Mucha gente asocia la neumonía con un padecimiento frecuente de las personas mayores, pero la realidad es que esta enfermedad infecciosa es la que más muertes de niños ocasiona en todo el mundo.
Cada año, más de 700.000 niños menores de cinco años mueren de neumonía, de los cuales más de 153.000 son recién nacidos, un grupo especialmente vulnerable a la infección. Representa el 14% de todas las defunciones de menores de 5 años y en 2019 provocó la muerte de 740.180 niños, según la OMS.
Miles de niños y niñas carecen de acceso a los servicios de salud y los tratamientos esenciales, una situación intolerable que impide prevenir la neumonía y salvar sus vidas. El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, UNICEF, advierte que, todos los días muere al menos un niño cada 45 segundos a causa de la neumonía, siendo la enfermedad infecciosa que más muertes ocasiona en niños de todo el mundo. Sin dejar de lado que los adultos mayores de 65 años también tienen un riesgo mayor, pues, el sistema inmunitario generalmente se debilita a medida que la gente envejece.
Dadas las cifras, es importante tener en cuenta que la neumonía puede ser una infección respiratoria grave, por esta razón se deben tomar medidas para intentar prevenirla. Cabe destacar que, la neumonía representa el 81% de las causas de muertes por infecciones neumocócicas, por lo que resulta fundamental redoblar esfuerzos a fin de evitar infecciones respiratorias agudas que provoquen hospitalizaciones y fallecimientos.
En la región, el neumococo es el segundo agente que causa neumonías adquiridas en la comunidad que requieren hospitalización, sólo después del virus sincicial respiratorio. Si bien la susceptibilidad a las infecciones por neumococo es universal, estas son más frecuentes entre los 2 meses y los tres años y también después de los 65 años.
¿Cuál es la causa de la neumonía?
La neumonía es una infección respiratoria aguda que afecta a los pulmones. Hace que los sacos de aire, o alvéolos, de los pulmones se llenan de líquido o pus. No existe una sola causa, pero puede desarrollarse por la presencia de bacterias, virus u hongos en el aire. Cuando un niño se infecta, los pulmones se le llenan de fluidos que le dificultan la respiración. Los niños con sistemas inmunológicos inmaduros (como, por ejemplo, los recién nacidos) o débiles (a causa de la desnutrición o de enfermedades como el VIH) son más sensibles a la neumonía.
Diversos agentes infecciosos —virus, bacterias y hongos— causan neumonía. Los más comunes son los siguientes:
-Streptococcus pneumoniae es la causa más común de neumonía bacteriana en niños;
-Haemophilus influenzae de tipo b (Hib) es la segunda causa más común de neumonía bacteriana;
-El virus sincicial respiratorio es la causa más frecuente de neumonía vírica.
-Pneumocystis jiroveci es una causa importante de neumonía en menores de seis meses con infección por VIH, y es responsable de al menos una de cada cuatro muertes por neumonía en lactantes seropositivos al VIH.
¿Cuáles son los síntomas de la neumonía?
Dado que se trata de una infección de los pulmones, los síntomas más comunes de la neumonía son la tos, las dificultades para respirar y la fiebre. Los niños que padecen neumonía suelen tener una respiración acelerada y cuando inhalan se les hunde o retrae la parte baja del pecho (el pecho de una persona sana tiende a expandirse con la inhalación).
La neumonía es contagiosa y puede transmitirse por partículas suspendidas en el aire (con la tos o un estornudo). También puede contagiarse por otros fluidos, como la sangre en un parto, o a través de superficies contaminadas. Los virus y bacterias presentes comúnmente en la nariz o garganta de los niños, pueden infectar los pulmones al inhalarse.
Los síntomas pueden ir de leves a graves y pueden incluir tos con o sin moco (una sustancia pegajosa), fiebre, escalofríos y dificultad para respirar. La gravedad de la neumonía depende de la edad, la salud general y la causa de la infección.