El Dr. Manuel Barreiro, cardiólogo del Hospital Universitario Álvaro Cunqueiro de Vigo, que expuso una comparativa general entre ambas técnicas, defendió el abandono del procedimiento destacando de la tomografía computarizada coronaria "su no invasividad, un mayor campo de visión y aporte de información sobre la enfermedad coronaria de espectro completo (calcio coronario y valvular, visualización de grandes vasos válvulas y miocardio) e insuficiencia funcional (4D)", entre otros factores. De la angiografía coronaria reconoció que es el estándar de oro en la enfermedad coronaria obstructiva y la posibilidad de tratamiento percutáneo en el mismo acto, como sus mejores virtudes, aunque con mayor riesgo, complicaciones y costo de la prueba.
Asimismo, destacó: "La tomografía computarizada coronaria permite ver las fases iniciales de la placa cuando no hay una reducción significativa del lumen vascular, hecho que se pierde con la prueba invasiva. Permite además estudiar toda la evolución coronaria sobre la pared del vaso". Por otra parte, cifró que hasta 28% de la enfermedad coronaria no sería detectable con pruebas de isquemia, según datos de estudios anteriores, sin embargo, "con la prueba no invasiva podemos ver la carga aterosclerótica de la pared".
Primeras evidencias en pacientes asintomáticos
El Dr. Barreiro hizo un recorrido por los diferentes escenarios de la enfermedad coronaria, comenzando por el paciente asintomático donde el puntaje de calcio reclasifica al paciente intermedio para saber si es de riesgo alto o bajo. Empieza algo de evidencia para utilizar la tomografía computarizada coronaria en estos pacientes con alto o muy alto riesgo o en los que se requiere descartar la enfermedad coronaria por otro motivo (insuficiencia cardiaca, valvulares prequirúrgicos, radioterapia torácica previa). Además en la insuficiencia cardiaca con una enfermedad coronaria "la tomografía computarizada con contraste demuestra no inferioridad en cuanto a complicaciones y costos respecto a la angiografía coronaria, aunque por el momento esto no se incluya en las guías". Otro hecho relevante es que "va a permitir ajustar el tratamiento incluso en pacientes asintomáticos, lo que cambiará el curso clínico de la enfermedad".
El médico manifestó que otro escenario es el síndrome coronario crónico, donde "el paradigma del riesgo intermedio-bajo que se reclasificó en las guías europeas y el porcentaje de estos pacientes crece enormemente". Este hecho es lo que realmente ha abierto las puertas a la tomografía computarizada coronaria.