Los pacientes con osteoartritis en sus pulgares pueden obtener buenos resultados a largo plazo con ortesis y terapia de ejercicio, y al mismo tiempo evitar la cirugía, según muestra una nueva investigación.
”Nuestros hallazgos apoyan el tratamiento no quirúrgico como la primera opción de tratamiento y sugieren que los efectos del tratamiento son sostenibles” en pacientes con problemas en la articulación carpometacarpiana del pulgar, dijo la autora del estudio, Lisa Esteban Lopez, del Centro Médico Universitario de Rotterdam en los Países Bajos.
La osteoartritis en esta área (los pulgares) es común en adultos mayores. Causa dolor y rigidez en la base del pulgar. Las guías actuales recomiendan tratamientos iniciales no quirúrgicos, incluyendo ortesis, inyecciones de esteroides, analgésicos y terapia de ejercicio.
Se puede considerar la cirugía si estos no funcionan, pero es costosa, requiere una rehabilitación prolongada y los resultados varían.
Mientras que otros estudios han mirado los resultados a corto plazo, este analizó un marco de tiempo más largo. Los investigadores analizaron datos de seguimiento a largo plazo para pacientes con artritis del pulgar tratados en ocho clínicas especializadas en manos entre 2011 y 2015.
El tratamiento no quirúrgico se centró en el uso de ortesis, sesiones de terapia física enfocadas en ejercicios, lograr una oposición del pulgar más estable y ejercicio diario en casa. Los investigadores analizaron el dolor, las actividades de la vida diaria (ADL) y otros resultados durante más de cinco años, utilizando preguntas estandarizadas. En un análisis inicial de 134 pacientes que no se sometieron a cirugía, la mayoría de las mejoras ocurrieron en los primeros tres meses.
Pero de 12 meses a más de cinco años, hubo una mejora “clínicamente relevante” en las puntuaciones estandarizadas, así como en las puntuaciones para la función general de la mano y la capacidad para trabajar. Alrededor del 16% de los pacientes calificaron los resultados del tratamiento no quirúrgico como excelentes, el 39% dijo que eran buenos, el 26% respondió regular y el 14% dijo moderado. Solo el 5% informó resultados leves.
Alrededor del 71% de los pacientes dijeron que estarían dispuestos a someterse al mismo tratamiento nuevamente bajo circunstancias similares.
Los autores también evaluaron las tasas de cirugía subsiguiente en una muestra más grande de 217 pacientes. Con un seguimiento medio de siete años, el 22% decidió someterse a tratamiento quirúrgico. Alrededor del 70% de los pacientes que se operaron lo hicieron dentro del primer año después del tratamiento inicial.
Los hallazgos, publicados en línea el 30 de octubre en The Journal of Bone & Joint Surgery, apoyan las recomendaciones actuales para el tratamiento no quirúrgico inicial. Agregando a la evidencia previa de beneficios a corto plazo, el nuevo estudio muestra “que no hay empeoramiento del dolor o limitaciones en las ADL después de 12 meses en pacientes sometidos a tratamiento no quirúrgico”, dijeron los investigadores en un comunicado de prensa del diario.