Algunos de los empleados comentaron que los primeros tres días tuvieron que dormir en la banqueta y comieron lo que la gente les regalaba
Cuadrillas de trabajadores de obras y servicios de la Ciudad de México llegaron a Acapulco desde el siguiente día del paso del huracán “Otis” para apoyar en las labores de limpieza y remoción de escombros.
Sin embargo, esta labor voluntaria y altruista se topó desde el primer momento con obstáculos, pues los trabajadores capitalinos no recibieron respaldo de las autoridades estatales o municipales.
Algunos de los empleados, quienes pidieron mantenerse en el anonimato por temor a represalias de sus jefes, comentaron que los primeros tres días tuvieron que dormir en la banqueta y comieron lo que la gente les regalaba. Fue hasta el cuarto día cuando un empresario les ofreció un piso completo de su hotel para dormir y bañarse.
Denunciaron, además, que los trabajadores municipales no se sumaron a su labor y, por el contrario, solamente los visitaban para "solidarizarse" con ellos y tomarse la foto. Originalmente, eran 130 los trabajadores de la Ciudad de México que acudieron a colaborar en el rescate de Acapulco, aunque hasta este martes solo quedaban 30, quienes en las próximas horas regresarán a la capital del país, pero volverán al puerto guerrerense el 14 de noviembre para continuar sus tareas. Hasta ahora ya han removido unas cuantas toneladas de escombro, lodo y basura, pero advierten que hacen falta más manos y maquinaria pesada para levantar todas las "montañas" de escombros que dejó el huracán. Todo lo que han recogido ha sido trasladado en sus propios camiones en los que laboran en la Ciudad de México hasta un terreno baldío ubicado en las orillas de Acapulco.
A partir de esta semana les instalaron un área con camas para poder descansar, en la Zona Naval de la Secretaría de Marina en Acapulco.