Los Blues jugaron su mejor partido de la temporada como visitantes contra uno de los equipos líderes.
La locura se desató en Londres con el partido entre Chelsea y Tottenham, que vivió situaciones muy peculiares y que dejó como resultado la goleada de los Blues 4-1 sobre los Spurs en el juego que cerró la Jornada 12 de la Premier League este lunes.
Para arrancar el duelo nada mejor que un gol a los seis minutos luego de un disparo de Kulusevski que rebotó en un defensa y terminó en las redes para el 1-0.
Después de eso vino una cascada de revisiones en el VAR para determinar ciertas jugadas. Por ejemplo, un gol anulado a Heung Min Son y una barrida del mediocampista Destiny Udogie que pintaba para ser tarjeta roja, pero las pantallas del videoarbitraje demostraron que sólo era para amarilla.
Si el Tottenham tenía la ventaja y no pudo ampliarla por el VAR, sus problemas aumentaron con la lesión del defensa Van de Ven que tras un sprint se lesionó el tobillo al pisar mal y no pudo seguir en el partido.
Para colmo, los Spurs aumentaron su pesadilla en Londres al sufrir la expulsión de Cristian 'Cuti' Romero. Todo en minutos caóticos, pues el árbitro central Michael Oliver primero revisó un fuera de lugar del Chelsea y luego la falta temeraria del defensa argentino.
Todo eso derivó en penalti que fue bien acertado por Cole Palmer para el 1-1. Así que el final del primer tiempo se extendió 12 minutos. Sí, el árbitro agregó todo ese tiempo a la primera parte por la gran cantidad de ocasiones que se detuvo el partido.
En el segundo tiempo, las emociones no se detuvieron, incluso Son tuvo un disparo que probó los reflejos de Robert Sánchez, pero que no logró terminar en gol.
Avalancha blue en Londres
A partir de este momento el duelo se hizo blue y comenzaron a ganar espacios hasta que Nicolas Jackson consiguió el 2-1 a los 75 minutos en un contragolpe. Los Spurs también habían perdido a Udogie por la doble amarilla y por lo tanto ya solo había nueve jugadores blancos en el campo.
El Chelsea cerró su goleada con dos tantos más de Jackson, primero al 94' y luego al 97' tras driblar al arquero. Todo en un duelo de auténtica locura que dejó claro quién es el rey de Londres… por ahora.