Carlos fue sentenciado a una pena de 125 años en prisión, más de 60 años por cada una de las víctimas.
Carlos Ramses Montoya se encuentra recluido en una prisión de máxima seguridad en México, cumpliendo una condena por el homicidio de su novia El hombre fue encarcelado tras asesinar a su pareja y al hijo de ella, quien apenas tenía tres años de edad al momento de los hechos. En entrevista con la activista Saskia Niño de Rivera, él admitió que desde la infancia fue un niño muy problemático que intentaba llamar la atención de sus padres, particularmente de su progenitor, quien se drogaba y consumía bebidas alcohólicas con frecuencia.
Carlos creció en un ambiente sumamente machista, donde su padre no permitía que su madre trabajara, pese a las carencias que había en su hogar. El hombre, quien está privado de su libertad por el feminicidio de su pareja, confesó que comenzó a consumir drogas cuando él aún era menor de edad y bajo los efectos de las sustancias tenía pensamientos violentos, en los que se imaginaba asesinando a personas de forma sangrienta.
"Maté a mi novia y a su hijo, pero yo quería más"
En entrevista, para el podcast Penitencia, Carlos reveló lo que pasó por su mente al asesinar a su novia y al hijo de ella, a quien conoció cuando él tenía 19 años de edad. "Ella y yo teníamos problemas, vivía con ella, pero teníamos problemas porque me drogaba demasiado y no aguantó; me corrió de su casa, pero sentía que no podía vivir distanciado de ella y se me vino la idea de '¿por qué no la mato?' y me libró del problema. Nada más tomé la decisión, empecé a ver la forma de cómo hacerlo".
El feminicida aseguró que el día del crimen acudió a casa de su pareja, como habitualmente lo hacía y sin temor alguno a ser descubierto. "Cuando llegué me sentía como en estado de shock, no podía creer lo que había hecho. Cuando la vi sin vida no lo podía creer, fue como un 'de verdad sí está muerta' y no lo podía creer. Sentí arrepentimiento porque cuando la ahorque y dejó de respirar intenté revivirla", dijo Carlos al recordar su crimen. Agregó que en ese momento solo podía pensar en acumular más cuerpos: "Agarré y le rompí el cuello (al hijo de su pareja) después me quedé con los dos cuerpos y me seguí drogando. En mi pensamiento quería almacenar más, quería más muertes".
¿Cómo fue detenido Carlos y cuál es su sentencia?
Tratando de no ser descubierto, Carlos prendió con fuego la casa de su pareja, con la intención de quemar los cuerpos y así no dejar "huellas" o evidencia que pudieran dar con él. "Me fui a mi casa y me cambié de ropa. Me fui a otro lugar a seguirme drogando y vi a la gente acercándose a la casa. Me detuvieron (ese día) como a las tres de la tarde (en mi casa). Me sacaron encañonándome con su familia (de la víctima). Nunca tuvieron la certeza de que fui yo (el feminicida), por la forma en la que dieron su declaración yo me di cuenta de que no me vieron".
Carlos fue sentenciado a una pena de 125 años en prisión, más de 60 años por cada una de las víctimas. No obstante, tras una apelación consiguió una reducción de su sentencia, la cual quedó únicamente en 70 años en prisión de máxima seguridad. Cabe mencionar que Carlos ha tratado de suicidarse en diversas ocasiones: "sentía culpa, los recordaba a los dos y sentía que no merecía estar vivo (...) no sé si pueda matar a alguien más. Si salgo voy a buscar para drogarme, siento que si salgo no cambiaría nada, seguiría haciendo lo mismo".