Hace tiempo, YouTube actualizó sus términos de servicio para prohibir el uso de programas o extensiones de navegadores que bloquearan anuncios. Sin embargo, recientemente, la plataforma ha tomado medidas más estrictas para evitar que este tipo de software funcione mientras se navega en su sitio web. Esta decisión ha generado una reacción impopular y quizás no deseada por Google.
YouTube anotó el primer punto en este conflicto, pero estaba luchando contra un oponente difícil de vencer. Cuando se implementó esta medida, miles de usuarios comenzaron a desinstalar sus bloqueadores de anuncios. Uno de los servicios populares que se vio afectado fue AdGuard. Según Wired, las desinstalaciones aumentaron hasta un 83% en octubre, con un pico de 52,000 desinstalaciones en un solo día, en comparación con las 6,000 habituales. Programas similares, como Ghostery, también sufrieron un destino similar. De hecho, Ghostery llevó a cabo una encuesta para entender por qué los usuarios lo estaban desinstalando, y el 90% afirmó que la herramienta ya no funcionaba en la plataforma de videos.
Desde la perspectiva de YouTube, el problema real surgió después de desactivar estos programas y extensiones bloqueadoras de anuncios. Esto simplemente provocó que los usuarios buscaran y encontraran alternativas más efectivas que no fueran detectadas por la plataforma. Un ejemplo es Ghostery, que aunque sufrió una disminución en su uso en muchos navegadores, vio un aumento en su popularidad en Microsoft Edge, al menos hasta hace poco, cuando lograba bloquear anuncios en ese navegador. Algunas empresas que desarrollan bloqueadores de anuncios también se han beneficiado de esta prohibición. La suscripción de pago de AdGuard experimentó un aumento en sus ventas mientras no era detectada por la plataforma de videos.
Esta situación plantea varios problemas para YouTube. En primer lugar, las empresas que desarrollan bloqueadores de anuncios no se detendrán en su búsqueda de superar las restricciones de la plataforma. Especialmente empresas como AdGuard, que a pesar de perder usuarios, lograron un crecimiento inesperado en su servicio de pago.
Por otro lado, YouTube se encuentra en un dilema constante. Los consumidores exigen un modelo de anuncios diferente, pero la plataforma también debe atender los intereses de sus patrocinadores para mantener en funcionamiento su maquinaria. Aunque la lucha de YouTube contra los bloqueadores de anuncios no ha tenido un resultado positivo, la plataforma continúa experimentando un crecimiento constante y prevé un récord en ingresos en 2023.