El equipo azulgrana no estuvo bajo presión, intensidad o peligro hasta el minuto 90. Solo demostró ser un gran equipo durante los tres minutos adicionales.
El Barça vivió un calvario en Anoeta pero acabó ganando en el descuento. Una situación ambivalente que, según apuntan desde el vestuario, puede servir para subir la moral de un equipo ‘tocado’ por la derrota en el Clásico y por el debate que generaron las palabras de Gündogan. Eso sí, el propio Xavi admitió que la pobre actuación de San Sebastián, pese al triunfo, merece una profunda autocrítica. A continuación, algunas de las claves de las carencias mostradas y algún detalle en positivo, que también los hubo.
La Real Sociedad presionó mucho y bien la salida de balón del Barça. El equipo azulgrana también lo intentó a ratos pero con una intensidad escasa (Joao Félix, Lewandowski y Cancelo no se dejaron la piel) y además hubo momentos en que entre la delantera y la media había mucho espacio y la Real salía muy cómoda.
Dijo Xavi que el Barça le faltó “intensidad”, algo que calificó de “inaceptable”. El equipo perdió muchos balones y muchas disputas, aunque no ayudó el arbitraje permisivo con el contacto de Alberola Rojas. En especial Merino, Brais Méndez y Zubimendi ganaron la partida a Gavi, Fermín y Gündogan. Joao Félix y Lewandowski tampoco brillaron en las refriegas. Hasta en un saque de banda se durmió el Barça y Barrene recibió solo en línea de fondo al no haber fuera de juego.