Cómo eliminar los puntos negros en casa

Antes de compartirte cómo puedes eliminar los puntos negros de la piel, es importante que sepas por qué se generan.

De acuerdo con información de La Roche Posay, marca dedicada al cuidado de la piel, los puntos negros suelen estar asociados a manchas de suciedad, pero en realidad son poros que han sido obstruidos por una mezcla de sebo.

La piel genera de manera natural grasa, sudor y vello, y los poros son el punto de fuga por el cual pueden salir. Generalmente los puntos negros tienden a salir más en el rostro, principalmente en el área de la nariz y el color de estos poros obstruidos se debe a que el sebo y las células de la piel entran en contacto con el aire.

¿Cómo eliminar los puntos negros de la piel?

Acudir con un profesional de la salud, cómo un dermatólogo, puede ser una inversión que represente una cantidad económica considerable, ya que en general los productos no siempre son asequibles para todas las personas. Pero La Roche Posay compartió una forma de tratar los puntos negros de la piel sin necesidad de acudir con un experto.

Una manera de deshacerte de los puntos negros desde la comodidad de tu casa es utilizando el ácido salicílico, un exfoliante suave que elimina las obstrucciones de tus poros, por lo que desaparecerá los puntos negros, además funge como tratamiento en contra de la acumulación de células muertas, ayudando a que tu piel se mantenga sana.

El ácido salicílico se encuentra en una gran diversidad de limpiadores faciales, cremas y geles para el cuidado de la piel, por lo que es muy fácil de adquirir. Te recomendamos que para su aplicación siempre trates con cuidado tu piel, con movimientos suaves y ligeros para evitar irritar tu rostro donde apliques el producto.

Por último, La Roche Posay detalló que existen productos que no recomiendan para eliminar los puntos negros, como los parches que aseguran extraerlos o cualquier producto de limpieza facial que contenga alcohol, mentol o eucalipto, porque son ingredientes muy agresivos para la piel que, si se siente atacada, como mecanismo de defensa generará más grasa, lo que podría terminar en una acción contraproducente.