En toda la región se había anticipado su discurso como una señal sobre la posible expansión de la guerra Israel-Hamas
El líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah, señaló el viernes que su poderosa milicia sostiene un combate sin precedentes con Israel a lo largo de la frontera líbano-israelí y amenazó con una escalada de violencia cuando la guerra entre Israel y Hamas se acerca a la marca de un mes y sin señales de bajar de intensidad.
En un discurso televisado —el primero de Nasrallah desde el inicio de la guerra detonada por la incursión de los milicianos palestinos en el sur de Israel el 7 de octubre— no llegó a afirmar que su milicia libanesa entrará plenamente en el conflicto, una medida que tendría consecuencias devastadoras para Líbano e Israel.
Nasrallah sostuvo que la milicia, aliada de Hamas, que gobierna en Gaza, no se deja arredrar por las advertencias de Estados Unidos de no sumarse a la guerra, y que la presencia de buques de guerra estadounidenses en el Mediterráneo “no nos asustará”.
Hezbolá está preparada "para todas las opciones y podemos recurrir a ellas en cualquier momento”, dijo en tono amenazante. Los combates en la frontera entre Líbano e Israel “no se limitarán” a la escala vista hasta ahora, añadió. En las últimas semanas, Hezbolá ha disparado cohetes a través de la frontera diariamente, impactando principalmente objetivos militares en el norte de Israel, pero el grupo tiene un arsenal sustancial capaz de alcanzar cualquier parte del país y miles de combatientes curtidos en la batalla.
En toda la región se había anticipado su discurso como una señal sobre la posible expansión de la guerra Israel-Hamas luego de semanas de choques esporádicos entre Israel y Hezbolá en la frontera.
“Algunos dicen que anunciaré que hemos entrado en la batalla”, dijo Nasrallah. “Ya entramos en la batalla el 8 de octubre”. Sostuvo que los ataques de Hezbolá en la frontera han atraído a fuerzas israelíes que de otro modo estarían atacando a Hamas en Gaza.
Resonaron disparos al aire en Beirut, cuando miles se concentraron en una plaza en los suburbios al sur de la capital libanesa para escuchar el discurso televisado de Nasrallah.
En la víspera se registró la mayor escalada hasta el momento en los choques entre Hezbolá y las fuerzas israelíes desde que comenzó la guerra, y el discurso de Nasrallah coincidió con la visita a Israel del secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken.
En una reunión con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, Blinken exhortó a que se proteja a los civiles en la guerra contra Hamas al tiempo que las fuerzas israelíes ajustaban el cerco en torno a Ciudad de Gaza.