¿Abusamos de los antidepresivos?

La prescripción de antidepresivos se ha disparado en la última década. Se trata de unos medicamentos que han probado su eficacia en pacientes con problemas de salud mental y que forman parte habitualmente de la mayoría de tratamientos farmacológicos para este tipo de patologías. 

Su uso ha aumentado mucho en los últimos años y, concretamente en Cataluña, el incremento en la pasada década fue del 404%. Este dato se extrae de un estudio liderado por los doctores Eduard Vieta y Diego Hidalgo-Mazzei, de la Unidad de Trastornos Depresivos y Bipolares del Servicio de Psiquiatría y Psicología del hospital Clínic Barcelona, con la colaboración de investigadores de otras instituciones como el Centro for Affective Disorders (CfAD) del King's College de Londres.

Esta investigación se ha centrado en las prescripciones de antidepresivos en los Centros de Atención Primaria de Cataluña y ha puesto de manifiesto la necesidad de promover programas de optimización en la detección de problemas de salud mental en la atención primaria. 

Este tipo de fármacos son efectivos, pero pueden producir efectos secundarios adversos que en la mayor parte de los casos son leves, pero que en algunos otros pueden ser muy graves. El doctor Vieta señala que la medicación antidepresiva es mejorable e, idealmente, debería estar asociada a psicoterapia, pero añade que "aún hay un largo camino para conseguir que los tratamientos de la depresión resuelvan todos los problemas asociados a esta enfermedad, pero hoy en día los tratamientos vigentes salvan vidas y ayudan a millones de personas a recuperar su vida previa, trabajo y familia".

El citado estudio ha analizado los datos relacionados con 947.698 personas que entre 2010 y 2019 solicitaron los servicios de atención primaria en Cataluña. 

En este período de tiempo, la prescripción de antidepresivos por parte de los médicos ha aumentado un significativo 404%, mientras que los diagnósticos de problemas de salud mental que aconsejan un tratamiento con antidepresivos (lo que se conoce como indicación) únicamente crecieron un 49%. Un medicamento está indicado a partir del momento en que se ha podido constatar su eficacia en ensayos clínicos. Los datos obtenidos sugieren que ha habido un gran aumento de la prescripción de antidepresivos fuera de indicación, o sea, en casos de pacientes cuyo tratamiento no recomendaría recetar esta medicación.

Otro dato significativo es que las mujeres, las personas mayores y las que tienen un estatus socioeconómico bajo son grupos sociales con un mayor número de prescripciones de antidepresivos que el resto de segmentos de la población. En anteriores investigaciones ya se había comprobado la relación entre estos tres grupos y una mayor prevalencia de problemas de salud mental. Este hecho podría llegar a justificar un cierto aumento del uso de antidepresivos y advierte de la necesidad de focalizar la intervención sobre estos grupos, que tienen características que los señalan como población de riesgo.

El análisis de los datos conduce a una conclusión concreta y que refuerza la idea que posiblemente existe una sobre utilización de antidepresivos en Cataluña. 

El estudio señala algunas causas que ayudan a entender el porqué de este fenómeno. La primera es la saturación de los centros de atención primaria con tiempos de visita insuficientes y una limitada formación en salud mental. En el mismo sentido, los profesionales que han dirigido el estudio señalan la falta de recursos para la investigación y el tratamiento de los problemas de salud mental, incluida la necesidad de tener más médicos especializados. Otra de las causas señaladas es la tendencia al alza de la "medicalización" de la sociedad. Además, el estudio pone de manifiesto la necesidad de incrementar el número de diagnósticos precoces, porque suelen permitir mejores resultados.

Existen en la actualidad varias herramientas digitales muy efectivas que permiten el acceso a recursos de salud mental. La Unidad de Trastornos Depresivos y Bipolares del Servicio de Psiquiatría y Psicología del Clínic tiene en desarrollo PRESTO, una plataforma digital de salud mental para dar apoyo a los centros de atención primaria y que, por ejemplo, permitirá predecir la gravedad de un paciente. Esta herramienta aprende continuamente de la información que va procesando y gracias al machine-learning va adaptándose a las nuevas necesidades que se le plantean. Por otra parte, ofrecerá seguimiento y tratamientos psicológicos personalizados y será capaz de identificar mediante una aplicación para móviles situaciones de riesgo que exijan una intervención inmediata.

 

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