"La fase A de la insuficiencia cardiaca contempla diferentes entidades que pueden dar lugar a esta patología, como obesidad, enfermedad cardiovascular o diabetes", señaló el Dr. Vivencio Barrios, quien expuso durante el Segundo Summit Mexicano de Insuficiencia Cardiaca.
Es en esta fase A donde se tienen que implementar estrategias de prevención primaria para reducir el riesgo de desarrollar insuficiencia cardiaca.
Destacando la importancia preventiva el Dr. Barrios, especialista europeo en hipertensión de la European Society of Hypertension (ESH), comentó: "La presión arterial alta es el primer factor modificable sobre el que se atribuye la carga de la enfermedad cardiovascular; es el primero y más importante de los factores de riesgo".[4] Agregó que la estrategia terapéutica de reducir la presión sistólica apenas en 2 mm Hg es "capaz de reducir la mortalidad por ictus en 6%, por enfermedad coronaria en 4% e incluso mortalidad total en 3%".
El especialista lamentó que la comunidad científica preste poca atención a la hipertensión, "no hay nada más 'rentable' que reducir la presión arterial a un paciente que la tiene alta, es enormemente importante" y agregó, en referencia al estudio CARDIA, que las presiones sistólica y diastólica se correlacionan con un aumento de enfermedad cardiovascular, "pero lo interesante es que cuando uno revisa qué son esos eventos cardiovasculares que se dan en el sujeto con hipertensión, el primero en importancia es la insuficiencia cardiaca y el segundo el ictus".
En este sentido, el Dr. Barrios hizo hincapié en que en la primera década del siglo XXI hubo un gran interés por mejorar el control de la presión arterial en el mundo. Sin embargo, en la segunda década del siglo XXI esa tendencia favorable empezó a perderse. "Indudablemente hay un factor que fue muy importante: el JNC8 y las guías europeas de 2013 diciendo: 'No bajen demasiado la presión arterial, no sea que resulte peligroso' y eso generó en los médicos una preocupación excesiva con no bajarla mucho, por lo que la presión arterial media subió".
Aunque en Estados Unidos las tasas de mortalidad son más bajas por la hipertensión, esta ha aumentado 50% de 1999 a 2017 de acuerdo a un artículo publicado en JAMA.
"Lo que deberíamos hacer para mejorar el control de la presión arterial es utilizar más terapia combinada, algo que las guías reconocen de manera muy consistente", sugirió el clínico, añadiendo que la utilización de terapia combinada en México conllevará a un mejor pronóstico para los pacientes con hipertensión.
Si los pacientes mantienen una presión arterial elevada la evolución de la hipertensión a la insuficiencia cardiaca habitualmente pasa por la hipertrofia ventricular izquierda, "es de gran importancia saber si la enfermedad está controlada; si no lo está, eso puede dar lugar a hipertrofia ventricular izquierda como primera de las lesiones de órgano blanco", agregó.