Los perros xoloitzcuintle han sido venerados desde tiempos prehispánicos debido a que eran considerados guardianes de los los espíritus
Día de Muertos guarda distintas tradiciones y creencias de la cultura mexicana. En la época prehispánica, el perro xoloitzcuintle tenía una misión fundamental para ayudar a las almas a llegar al Mictlán.
Se creía que esta raza, originaria del país azteca, guiaba a los espíritus por un profundo y caudaloso río cuya meta final era la ciudad de los muertos.
De acuerdo con la leyenda, si la persona había tratado mal a los animales en vida, el Xolo se negaría a ayudarlo a pasar. Sin embargo, si se les daba un trato digno a los perros, tomaría el alma, la pondría sobre su lomo y la llevaría a salvo hasta el otro lado.
¿Cuál es la misión del Xoloitzcuintle en el inframundo?
Los Xoloitzcuintles estaban asociados con “Xolotl”, dios de la muerte. Siguiendo con la leyenda, si el perro era de color negro, no podía llevar a las almas porque esto indicaba que ya se ha había sumergido en el río.
En tanto, los Xolos de color blanco o muy claro tampoco lograrían llevar a las almas al Mictlán, pues esto significaba que eran muy jóvenes y no tenían la madurez para concretar la misión espiritual.
Solamente los perros de color gris jaspeado serían los encargados de cruzar el inframundo para dar a las almas un descanso digno.
¿Qué significa “Xoloitzcuintle”?
En la época prehispánica existían diferentes tipos de perros nativos en los pueblos nahuas, entre los que destaca la presencia de los xoloitzcuintles o “perros pelones”.
Su nombre proviene de la palabra “Xolo” cuyo significado en náhuatl es “deformidad”, “monstruosidad” o “monstruo”, vocablos referidos a las características físicas o personas que eran consideradas “anormales” por tener joroba y estatura baja.