Lo que la especialización separa tal vez una familia de fármacos esté uniendo.
Cuatro sociedades médicas argentinas "con intereses comunes y miradas diferentes" publicaron un inusual documento de toma de posición sobre los inhibidores del cotransportador de sodio y glucosa de tipo 2 (SGLT2) con el objeto de "plasmar el conocimiento de este esperanzador fenómeno generado por más de 7.500 publicaciones aparecidas en los últimos 10 años sobre el beneficio" de estos fármacos polifacéticos en múltiples sistemas del organismo, atravesando barreras entre especialidades y enfermedades. El trabajo, del que tomaron parte 42 profesionales de la Sociedad Argentina de Cardiología (SAC), la Sociedad Argentina de Diabetes (SAD), la Sociedad Argentina de Hipertensión Arterial (SAHA) y la Sociedad Argentina de Nefrología (SAN), fue publicado en la Revista Argentina de Cardiología y presentado en el 49° Congreso Argentino de Cardiología (SAC 2023), 20° Congreso Argentino de Cardiología Pediátrica y XXX Congreso Sudamericano de Cardiología (CARDIOSUR), celebrados en esta ciudad del 19 al 21 de octubre.
Desarrollados inicialmente como hipoglucemiantes por su acción glucosúrica, los inhibidores del cotransportador de sodio y glucosa de tipo 2 "cambiaron el paradigma y la comprensión de las enfermedades cardiometabólicas. Durante los últimos años hemos comprendido la importancia de la conexión entre los diferentes órganos en todas las enfermedades crónicas no transmisibles. Hoy vemos los sistemas cardiovascular, renal, hepático y nervioso como un todo con un enfoque de protección y tratamiento holístico", comentó a Medscape en español el coordinador del trabajo por la Sociedad Argentina de Cardiología, Dr. Ezequiel Forte, director del Consejo de Cardiometabolismo de la entidad y director médico del centro diagnóstico cardiovascular CENDIC, en Concordia, Argentina.
"En la base de las enfermedades cardiometabólicas se encuentran la inflamación crónica de bajo grado y la disfunción mitocondrial. Los inhibidores del cotransportador de sodio y glucosa de tipo 2 parecen reducir vías inflamatorias y mejorar la eficiencia mitocondrial. Los efectos de este grupo farmacológico solo se comprenden si entendemos que actúan sobre el metabolismo energético celular a través de múltiples vías efectoras y que protegen los órganos más allá del control de la glucemia. Esta interconexión de los sistemas a través de vías metabólicas comunes nos impulsó en los últimos años hacia un abordaje transdiciplinario de las enfermedades cardiometabólicas", añadió.