Implicará un aumento del 30% al 40% en los gastos empresariales, e incremento en el gasto que realizan los negocios.
En la gran mayoría de los establecimientos comerciales en México, las actuales circunstancias no son idóneas para hacer frente al impacto que la reducción de la jornada laboral podría generar. Esta preocupación fue manifestada por Héctor Rodríguez López, quien ostenta el cargo de presidente en la región de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo.
Rodríguez López detalló que esta medida podría dar lugar a un incremento en los costos operativos de los negocios de alrededor del 30% al 40%.
Repercusiones. Este aumento significativo podría poner a muchos comercios o empresario de la región en una posición precaria, donde se verían obligados a tomar la compleja decisión de cerrar sus puertas o de entrar en la informalidad para poder sustentarse, lo que tendría repercusiones negativas en sus empleados, puntualizó el líder del sector comercial.
Operaciones. Es importante hacer hincapié en que no nos estamos refiriendo a las grandes empresas, sino más bien a los emprendedores, pequeños empresarios y medianos empresarios que, en la práctica, se enfrentan a condiciones extremadamente desafiantes para mantener la operación de sus negocios, subrayó Rodríguez López. El dirigente empresarial enfatizó que la única opción viable para afrontar este impacto podría ser la de aumentar los precios, lo que, a su vez, podría desencadenar un incremento de la inflación y, en última instancia, terminaría afectando a empleados. Es una falacia común pensar que una jornada laboral reducida se traducirá automáticamente en mantener los mismos ingresos.
Servicios. En la práctica, es poco probable que las empresas mantengan los mismos niveles de remuneración por una jornada laboral más corta. Si llegaran a hacerlo, los consumidores podrían encontrarse con precios más elevados al adquirir cualquier producto o servicio, concluyó Rodríguez López.