Matthew Perry, mundialmente conocido por su papel como Chandler Bing en la icónica serie "Friends", falleció este 28 de octubre en su residencia en Los Ángeles, California, el actor fue hallado muerto en una bañera.
Perry dejó escrito un libro en el que narra su impactante historia de adicciones a las drogas y el alcohol que por muchos años enfrentó, el libro titulado "Friends, Lovers and the Big Terrible Thing", será publicado en noviembre.
En una entrevista dada a la revista Peope, el año pasado, Perry compartió su vida, después de años de luchar con adicciones a las drogas y al alcohol. "Tuve que esperar hasta estar bastante sobrio, y lejos del alcoholismo y la adicción, para escribirlo todo. Y lo principal era que estaba bastante seguro de que ayudaría a la gente", expresó el actor.
Una de las partes más impactantes de su historia es el episodio en el que casi pierde la vida a los 49 años debido a una perforación gastrointestinal causada por el abuso de opioides. Pasó semanas luchando por su vida y tuvo que someterse a múltiples cirugías. Incluso los médicos le dieron solo un 2% de posibilidades de sobrevivir. Perry recuerda el apoyo de su elenco de "Friends" durante este difícil período, comparándolos con los pingüinos en la naturaleza que cuidan de sus semejantes enfermos.
Su lucha contra las adicciones comenzó durante su tiempo en la exitosa serie "Friends", y en su punto más bajo, llegó a consumir 55 pastillas de Vicodin al día. "No sabía cómo parar", admitió. Pero finalmente, logró la sobriedad y continuó actuando en "Friends". Perry enfatiza que la sobriedad es una lucha diaria, pero una que vale la pena.
Ants de morir, Perry dijo que espera que en su libro, las personas se sorprendan por lo oscuro que se volvió su camino y lo cerca que estuvo de la muerte. Quiere que otros que han luchado contra la adicción encuentren esperanza en su historia y se den cuenta de que esta enfermedad no hace distinciones.
Matthew Perry espera ayudar a otros a superar las adicciones y enfrentar la enfermedad. Su historia es un testimonio de resiliencia y de la posibilidad de recuperación.
A pesar de los oscuros momentos que enfrentó, Perry encontró la fuerza para contar su historia y ofrecer un mensaje de esperanza a todos aquellos que luchan contra las adicciones. Su libro, que se publicará en noviembre, seguramente conmoverá a millones de personas en todo el mundo.
Consecuencias para la salud de la adicción a opioides y al alcohol
La adicción a los opioides y al alcohol son dos trastornos graves que pueden tener profundas consecuencias para la salud a corto y largo plazo. A continuación, se presenta un resumen de las implicaciones de ambas adicciones:
Adicción a los opioides:
La adicción a los opioides es un problema grave de salud pública con graves consecuencias. Uno de los riesgos más inmediatos es la sobredosis, que puede ser mortal. Los opioides, ya sean de prescripción (como la oxicodona y la morfina) o ilegales (como la heroína), pueden deprimir el sistema respiratorio y llevar a la asfixia.
La dependencia física y psicológica es una característica común de la adicción a los opioides. Las personas adictas necesitan la droga para funcionar normalmente y experimentan síntomas de abstinencia cuando intentan dejarla. Además, esta adicción se asocia frecuentemente con problemas de salud mental, como la depresión y la ansiedad.
El uso a largo plazo de opioides puede causar problemas de salud física, como estreñimiento crónico, disfunción sexual, supresión del sistema inmunológico y daño hepático. Aquellos que inyectan opioides enfrentan un mayor riesgo de infecciones graves, como el VIH y la hepatitis C, debido al uso compartido de agujas y jeringas.
Adicción al alcohol:
El abuso crónico de alcohol también conlleva riesgos significativos para la salud. Puede causar daño hepático grave, como la cirrosis, hepatitis alcohólica y cáncer de hígado. Además, aumenta la presión arterial y el riesgo de enfermedades cardíacas.
El alcohol afecta negativamente al cerebro y puede causar problemas cognitivos, incluyendo pérdida de memoria y deterioro de la función ejecutiva. Las personas adictas al alcohol también tienen un mayor riesgo de desarrollar trastornos psiquiátricos, como la depresión y la ansiedad.
El abuso de alcohol puede dar lugar a problemas sociales y legales, incluyendo conflictos familiares, divorcio, pérdida de empleo y consecuencias legales. Además, el consumo de alcohol disminuye la coordinación y el juicio, lo que puede llevar a accidentes de tráfico y otras situaciones peligrosas.
Por qué es difícil mantenerse "limpio"
Mantenerse "limpio" o abstenerse de una adicción es un desafío significativo para las personas que luchan contra la dependencia de sustancias o comportamientos adictivos. Este desafío se debe a una serie de factores complejos que afectan tanto el cuerpo como la mente de la persona adicta.
En primer lugar, la adicción altera el cerebro, provocando cambios que afectan la capacidad de tomar decisiones racionales y ejercer el autocontrol. Estos cambios hacen que sea difícil resistir los impulsos de consumir la sustancia o participar en el comportamiento adictivo. Además, cuando una persona intenta dejar su adicción, puede experimentar síntomas de abstinencia, que pueden ser tanto físicos como psicológicos. Estos síntomas son incómodos y desencadenan un fuerte deseo de recaer para aliviarlos.
La adicción también a menudo se utiliza como una forma de hacer frente a problemas emocionales como el estrés, la ansiedad o la depresión. Cuando una persona intenta abstenerse, estos problemas emocionales pueden surgir con mayor intensidad, lo que dificulta aún más la recuperación.
El entorno y la presión social también desempeñan un papel importante en la capacidad de una persona para mantenerse limpia. Si una persona está rodeada de amigos o familiares que consumen la misma sustancia o participan en el mismo comportamiento adictivo, es más probable que recaiga.
La adicción también implica hábitos arraigados en la vida diaria, lo que hace que cambiar estos patrones sea difícil. La falta de rutina o estructura puede ser desafiante para alguien que lucha por mantenerse limpio.
La negación es un mecanismo de defensa común en la adicción, lo que dificulta la toma de medidas para mantenerse limpio. Las personas adictas a menudo minimizan o niegan la gravedad de su problema.
Finalmente, la falta de apoyo puede dificultar la recuperación. La adicción es una enfermedad que a menudo requiere apoyo profesional y redes de apoyo sólidas para superarla.