De julio a septiembre registró una pérdida de 79 mil 134 millones de pesos.
En el tercer trimestre del año, las pérdidas de Pemex crecieron 52 por ciento respecto al mismo período de 2022, a pesar de haber recibido apoyos del Gobierno que a la fecha suman 806 mil millones de pesos.
De julio a septiembre, la petrolera registró una pérdida de 79 mil 134 millones de pesos, superior a la que se tuvo en los mismos meses de 2022 cuando fue de 52 mil 33 millones de pesos, según su reporte financiero entregado a la Bolsa Mexicana de Valores (BMV).
Los principales factores que contribuyeron a incrementar las pérdidas son la disminución en las ventas de la empresa, el aumento en otros gastos y una pérdida cambiaria originada por la depreciación del peso frente al dólar.
Pemex aumentó sus pérdidas pese a que de 2019 a septiembre pasado ha recibido 806 mil millones de pesos de transferencias por parte del Gobierno federal, así como apoyos fiscales como una reducción en el Derecho de Utilidad Compartida (DUC) de 65 a 40 por ciento. Para 2024, el DUC bajará todavía más, a 30 por ciento.
En cuanto a sus ingresos, la empresa estatal tuvo una disminución del 26.7 por ciento al pasar de los 630 mil 815 millones de pesos en el tercer trimestre de 2022 a 461 mil 809 millones de pesos en el periodo comparable de este año, atribuible a baja en los precios de los hidrocarburos.
Los bajos precios del crudo y de productos refinados para reventa, así como un menor pago por derecho de extracción, redujeron 22 por ciento los costos de ventas de la compañía, que alcanzaron 376 mil 133 millones de pesos, contra los 483 mil 191 millones de pesos en el mismo periodo del año pasado.
En cuanto a su nivel de endeudamiento, justamente el efecto de un peso más fuerte provocó una disminución de 10.8 por ciento para sumar un billón 864 mil millones de pesos.
Pemex reconoció que el alto endeudamiento pone en riesgo sus operaciones y su capacidad para pagar por cuenta propia.
“El monto de los pasivos de Pemex es considerable y la entidad está expuesta a restricciones significativas de liquidez, lo cual podría dificultar la obtención de financiamientos en términos favorables, podría afectar la situación financiera, los resultados de operación y la capacidad para pagar la deuda por propia cuenta”, explicó la petrolera.