Fue interesante ver al gobernador electo de Coahuila, Manolo Jiménez Salinas, concluir su gira de trabajo por el país asiático de China, donde su principal objetivo es atraer la atención de nuevos inversionistas para nuestra entidad. Tuvo la oportunidad de impartir una conferencia frente a los empresarios chinos, donde gestionó de todas las formas habidas y por haber para que se interesen en Coahuila y puedan aterrizar inversiones por cientos de millones de pesos, lo cual, para ser sincero, mi querido lector, mucha falta le hace a nuestra entidad, sobre todo en la mayoría de los municipios.
No es la primera vez que lo decimos en este humilde espacio en torno a las principales ciudades donde nuestros gobernantes tienen bien puestos los reflectores para llevarles inversión y desarrollo. Desgraciadamente, pareciera como si Coahuila únicamente fueran Saltillo, Torreón y, últimamente, Piedras Negras, a los cuales en los últimos tres sexenios se han visto llenos de diversificación empresarial, mientras que el resto de los municipios son completamente olvidados en este sentido.
La Región Centro tiene desde hace muchísimos años un SOS levantado en todos sus rincones en torno a la diversificación empresarial que tanto hace falta y que debieron haber previsto mucho antes por si Altos Hornos de México llegaba hasta donde hoy se encuentran, con un cierre total que nadie se imaginó que llegaría a suceder. Varios fueron los gobernantes que se pusieron la venda en los ojos, ignorando las verdaderas necesidades que siempre ha tenido esta región en materia de empleo, y se la pasaron señalando que todo estaba bien y que se generaban las oportunidades necesarias con expansiones y medianos o pequeños negocios, aunque no fueran del todo atractivos. Le hicieron creer a todos que todo estaba de la mejor manera en esta región, pero lo que vino a desenmascarar todo fue la pandemia, cuando se perdieron una importante cantidad de empleos. Aunque señalaron y juraron por todos los santos que en menos de un año se recuperaron todos, las cifras y declaraciones no eran del todo reales.
Luego pasó lo de Altos Hornos de México, que dejó sin salario a miles y miles de familias, tanto directa como indirectamente, para luego dejar de producir y cerrar la empresa, mientras llegan nuevos supuestos inversionistas. Y de esos empleos que no se han recuperado, nadie habla.
Otra de las cosas que da completa razón a estas líneas en cuanto a la necesidad urgente de empresas fue el fallido parque industrial que los empresarios locales se apresuraron a realizar en un predio al norte de Monclova. Incluso vinieron autoridades a poner la primera piedra, pero solo quedó en eso. Se suponía que el proyecto era cien por ciento de los empresarios, y ellos iban a invertir para levantar naves y poder ofrecer lugares con naves y servicios para los empresarios que desearían invertir aquí. Solo llegarían a instalarse con una nave ya construida. Pero hay que aclarar que ningún nivel de gobierno se comprometió a invertir, solo fueron invitados para la foto y, por supuesto, para que se levantaran el cuello.
Pues bien, nada de esto sucedió, y lo empeoró aún más lo que todos ya sabemos y que se ha escrito frecuentemente sobre el problema de AHMSA, de quien, por cierto, sus trabajadores cada vez más pierden la esperanza de que la solución llegue pronto, como el montón de promesas que así se los hicieron ver. Hoy se han dado cuenta de quién es quién, y nos referimos desde empresarios, directivos de la propia empresa y para rematar de los líderes sindicales, a quienes últimamente solo les pedían que les hablaran con la verdad para evitarse la bola de mentiras con las que siempre se han manejado."