El hombre fue condenado a perpetua por haber quemado a su esposa, en Argentina
Una niña de 12 años en la provincia argentina de Corrientes con el asesoramiento del Estado provincial inició los trámites de supresión de apellido paterno, tras ser testigo del femicidio de su mamá, por parte de su padre, quien esta semana fue condenado a prisión perpetua por el crimen, informaron fuentes oficiales.
La hija de Alba Ricotti, una enfermera del hospital pediátrico de Corrientes asesinada en enero pasado tras un hecho de violencia de género perpetrado con fuego por parte de su pareja Daniel Acevedo, inició en las últimas horas el trámite para cambiarse el apellido e inscribir su nueva identidad con el de su madre.
Se trata de una instancia que surge tras la condena a prisión perpetua que recayó sobre Acevedo, luego de un juicio desarrollado en el Tribunal Oral Penal 2 de Corrientes, y en el que la niña, de 12 años, fue la principal testigo, al haber presenciado el ataque.
La preadolescente, cuya guarda fue reclamada por la familia del femicida, se encuentra bajo la tutela provisoria de Teresita Ricotti, una hermana de la víctima, que se anticipó al pedido de Acevedo y que llevó adelante el proceso judicial mediante el asesoramiento del Ministerio de Justicia de Corrientes, a cargo de Juan José López Desimoni.
Bajo esa órbita, el Centro de Atención Jurídico Integral a Víctimas de Violencia de Género de Corrientes encaró diversas acciones para llegar a juicio y a una condena el caso en el transcurso de nueve meses, así como a una reparación económica para la niña, que a través de una articulación con el Estado Nacional accedió al derecho otorgado por la Ley Brisa.
Asimismo, se agilizan los trámites para la guarda definitiva para la familia materna y las acciones para el cambio de apellido, explicaron a través de un comunicado los abogados Conrado Pérez y María José Almirón Vallejos del Ministerio de Justicia correntino.
Alba Ricotti, de 42 años, fue atacada por Acevedo en su casa del barrio Serantes el 25 de enero pasado y su muerte se produjo cuatro días más tarde, en el hospital escuela “General San Martín” de Corrientes, a causa de las graves quemaduras que sufrió.