El tratamiento sustitutivo con testosterona se asoció a reducciones significativas de los valores de hemoglobina glucosilada a 1 y 2 años en hombres con diabetes de tipo 2, según muestra una auditoría multinacional.
"Si tiene a un paciente con diabetes de tipo 2, disfunción sexual o fatiga, considere la posibilidad de comprobar su nivel de testosterona. Y si cumple con los criterios de deficiencia de testosterona y se ha sometido a un control del antígeno prostático específico, considere un ensayo de tratamiento y dé seguimiento", aconsejó el autor principal del estudio, Dr. T. Hugh Jones, médico consultor y endocrinólogo del Barnsley Hospital NHS Foundation Trust de Barnsley, Reino Unido, en entrevista con Medscape Noticias Médicas.
El Dr. Jones también instó a los médicos de todo el mundo a que introduzcan los datos de sus pacientes en la ABCD Testosterone Audit, cuyo objetivo es identificar los resultados a largo plazo y los predictores de respuesta al tratamiento de restitución de testosterona.
El Dr. Jones, que también es profesor de andrología en la University of Sheffield, presentó el análisis preliminar de los datos en el Congreso Anual de la European Association for the Study of Diabetes (EASD) de 2023.
Hasta el momento, han entrado en la auditoría 428 hombres con diabetes de tipo 2 e hipogonadismo, procedentes de 34 centros de 8 países: Alemania, Canadá, Brasil, Reino Unido, Sudáfrica, Nueva Zelanda, Malasia y Vietnam. En 121 de los hombres, a los 12 meses, se produjo un descenso de la hemoglobina glucosilada desde un nivel inicial de 71,27 mmol/mol (8,7%) a 61,26 mmol/mol (7,8%). En 104 hombres, a los 24 meses, el descenso fue de 71,4 mmol/mol (8,7%) a 55,97 mmol/mol (7,3%). Ambos descensos fueron significativos (p < 0,001).
Datos anteriores del grupo del Dr. Jones mostraron que alrededor de 40% de los hombres con diabetes de tipo 2 presentan una deficiencia sintomática de testosterona.[2] Esta deficiencia también se asocia a efectos adversos sobre los factores de riesgo cardiovascular, la salud ósea, la fuerza muscular, la función sexual y el bienestar psicológico, y sin embargo, a menudo se pasa por alto, señaló el Dr. Jones.
"No suele medirse en la práctica clínica habitual... La deficiencia es muy común, pero muchos médicos no la tratan y no preguntan por ella. Pero, de hecho, el tratamiento tiene beneficios muy significativos para los pacientes... Sabemos por los estudios con sildenafil que 60% de las personas que no respondían tenían deficiencia de testosterona. Tras administrarles testosterona, respondieron a sildenafil", agregó.
En cuanto a los problemas de efectos adversos, los recientes resultados del estudio TRAVERSE, en el que cerca de 70% de los participantes padecían diabetes de tipo 2, no demostraron un aumento del riesgo cardiovascular. Tampoco hubo asociación con el cáncer de próstata, aunque es importante vigilar el antígeno prostático específico en los pacientes durante el primer año de reemplazo de testosterona, sugirió el Dr. Jones.
Cuando se le pidió su opinión, el endocrinólogo Dr. Bradley D. Anawalt, jefe de medicina del University of Washington Medical Center, en Seattle, Estados Unidos, dijo a Medscape Noticias Médicas: "Este 'estudio mundial' confirma muchos estudios realizados en todo el mundo durante los últimos 20 años... La asociación se debe a una 'causalidad inversa', en el sentido de que la diabetes de tipo 2 y la obesidad reducen las concentraciones de testosterona. Una reducción de peso de entre 5% y 10% puede elevar las concentraciones de testosterona en hombres con índices de masa corporal elevados, grandes perímetros de cintura y bajas concentraciones de testosterona en sangre".
Al mismo tiempo, el Dr. Anawalt hizo referencia a los datos que indican que "el tratamiento de la deficiencia de andrógenos puede facilitar la implantación de medidas de estilo de vida en hombres con índices de masa corporal elevados y alto riesgo de diabetes tipo 2 para prevenir, o más probablemente retrasar, la aparición de la diabetes de tipo 2".
Sin embargo, tanto el Dr. Jones como el Dr. Anawalt hicieron hincapié en que no es de esperar que el tratamiento con testosterona afecte los niveles de glucosa en sangre ni ningún otro parámetro cardiometabólico en los hombres que no tienen deficiencia de testosterona, independientemente de su estado diabético.
"Es importante que cuando se administre testosterona se reponga al nivel normal. Un tratamiento adecuado proporciona el mayor beneficio", aseguró el Dr. Jones.
A medida que más centros aporten datos a la auditoría ABCD, el Dr. Jones prevé recopilar información de la práctica clínica sobre diversos parámetros, como complicaciones, dosis total de insulina, función renal y, finalmente, resultados cardiovasculares.
Mientras tanto, finalizó, administrar reemplazo de testosterona a los hombres con deficiencia puede ser muy satisfactorio por muchos motivos. "La gente se siente mejor. Algunos pacientes vuelven y dicen 'gracias, doctor, me ha devuelto la vida'. No se consigue eso a menudo. Y el cumplimiento es excelente".
El Dr. Jones es conferenciante, miembro del consejo asesor o beneficiario de viáticos de Besins Healthcare, Grunenthal y Simple Pharma. El Dr. Anawalt ha declarado no tener ningún conflicto de interés económico pertinente.