Este sazonador tiene múltiples propiedades que beneficiarán a los sistemas de tu organismo.
Cuidar de la salud de nuestros riñones es muy importante, pues son los encargados de filtrar la sangre y los líquidos que recorren nuestro cuerpo para poder eliminar todas las toxinas que no son buenas para el organismo. Por lo tanto, resulta necesario tomar todas las precauciones necesarias para garantizar su normal funcionamiento.
Desde Mayo Clinic señalan que si los riñones no pueden hacer esto y no se trata la afección, pueden producirse problemas de salud graves, que podrían provocar la muerte. En este marco es que aparecen diversas recomendaciones para mantenerlos activos, limpios y fortalecidos, motivo por el cual te presentaremos la injerencia que puede tener un sazonador en este tema.
Efectos de la cúrcuma en los riñones
El sazonador que tiene grandes efectos sobre los riñones es la cúrcuma, conocida también como turmérico. Esta especia contiene curcumina que es un colorante rico en polifenoles y, según el Hospital Clínic Barcelona, estos se encargan de colaborar ante la inflamación. Además, posee moléculas antiinflamatorias y antioxidantes que combate los niveles elevados de grasa en nuestra sangre.
La cúrcuma está compuesta de nutrientes y propiedades como la vitamina E, hierro, calcio, fibra, proteínas, potasio y magnesio. Con estos datos podemos inferir que su aporte a nuestra salud es muy positivo, pero muchos expertos recomiendan no consumirla en exceso porque podría traer consecuencias negativas para nuestra salud. La cúrcuma puede consumirse en su estado natural, como raíz o en polvo, o en cápsulas de curcumina liposomal.
Al respecto, desde el Instituto de Nutrición y Tecnología de Alimentos confirman que existiría una relación estrecha entre la cúrcuma y la salud de nuestros riñones. Según señalan, este sazonador ayuda a reducir los triglicéridos y el colesterol en el hígado y en los riñones. Además, indican que la cúrcuma incrementa los ácidos grasos esenciales para nuestro organismo, blindando de alguna manera el funcionamiento de nuestros riñones. Lo ideal será incluirla en pequeñas dosis diarias en nuestras comidas pero siempre, como aconsejamos, consultando previamente con tu médico de cabecera antes de realizar algún cambio en tu alimentación.