El bazo, ese órgano a menudo pasado por alto en el abdomen, es esencial para tu bienestar, aunque rara vez reciba la atención que merece. A pesar de su aparente humildad, el bazo desempeña un papel fundamental en tu sistema inmunológico y en la purificación de la sangre.
En este sentido, ahora exploraremos en profundidad las funciones del bazo y su importancia en tu salud. El bazo es el órgano linfoide más grande del cuerpo, situado en la parte superior izquierda del abdomen, debajo de las costillas y cerca del estómago.
Su forma ovoide lo distingue, pero su tamaño no es impresionante, alrededor del tamaño de tu puño y con un peso de aproximadamente 120 gramos. A pesar de su modesta apariencia, el bazo realiza dos funciones vitales: purificación y defensa.
Purificación Sanguínea: El bazo actúa como un filtro para la sangre, eliminando células sanguíneas envejecidas o dañadas, así como partículas extrañas. Cada día, procesa alrededor de 20 mililitros de eritrocitos envejecidos. Este proceso es crucial para mantener la sangre limpia y funcional.
Defensa Inmunológica: El bazo es un componente esencial de tu sistema inmunológico. Aquí, los linfocitos B, linfocitos T y macrófagos trabajan juntos para identificar y combatir agentes patógenos, como bacterias y virus. También se producen inmunoglobulinas, especialmente IgM, que ayudan a neutralizar antígenos.
Síntomas de problemas del bazo
Cuando el bazo no funciona correctamente, pueden aparecer síntomas que indican un problema. La esplenomegalia, o agrandamiento del bazo, es una preocupación común. Causada por infecciones virales u otros trastornos, un bazo agrandado puede ser perjudicial y requerir precauciones, como evitar deportes de contacto.
Otros síntomas que podrían indicar un problema incluyen:
Alteraciones digestivas.
Retención de líquidos.
Diarreas persistentes.
Hemorragias anormales o menstruaciones abundantes.
Antojo excesivo de dulces.
Disminución de las defensas del cuerpo.
Es esencial destacar que, en caso de experimentar estos síntomas, se debe buscar la atención de un profesional de la salud para evaluar cualquier daño en el bazo.
Cómo cuidar tu bazo
Mantener un bazo saludable es crucial para tu bienestar general. Puedes tomar medidas para mantener tu bazo en óptimas condiciones, como:
Incluir verduras y frutas ácidas en tu dieta: Alimentos como naranjas y limones son excelentes para el bazo debido a su contenido de vitamina C y antioxidantes.
Consumir proteínas saludables y ácidos grasos Omega 3: Incorporar pescado, nueces y aceite de oliva puede ayudar a mantener un sistema inmunológico fuerte.
Hidratarse bien: Beber suficiente agua es esencial para el buen funcionamiento de tu bazo y de todo tu cuerpo.