El cuello de botella que se forma en las afueras del bloque A es un problema recurrente, afectando a pacientes y conductores por igual.
Un cuento de nunca acabar es el cuello de botella que se genera en la entrada de la Clínica 7 a la altura del block A de especialidades. Otro hecho que evidencia como el Seguro Social ha quedado más que chico para los habitantes de la región pues claramente no cuentan ni siquiera con un estacionamiento para las personas discapacitadas o adultos mayores.
Taxistas, familiares de enfermos y decenas o más bien cientos de pacientes son quienes se estacionan momentáneamente frente a la entrada principal para bajar a los enfermos, causando un caos vial, donde camiones de ruta, taxis y vehículos particulares se quedan varados con suma atención para evitar sufrir algún percance a consecuencia del tránsito y largas filas repentinas que se generan.
Causa. En el edifico del block A se atiende aquellos que visitan especialidades por alguna fractura y por ende utilizan sillas de rueda, muletas, bastones o simplemente sufren alguna discapacidad o bien son adultos de la tercera edad y al no poder caminar con facilidad es que, los vehículos que los transportan tienen que estacionarse sobre pleno bulevar no solo en doble fila sino también impidiendo que el resto de los conductores continúen con su paso.
Quejas. A voz de la ciudadanía manifestaron para periódico El Tiempo las complicaciones que tienen que vivir para llegar al edificio: “Me tuve que estacionar por los autobuses que están por urgencias hasta allá porque aquí no había nada son varias cuadras y llegó bien cansado peor casi de como llego”, mencionó Victoriano Reyes derechohabiente.
“Yo ando lastimada de mi rodilla izquierda y mi hija está embarazada pero cada que venimos necesitamos bajarnos en la puerta porque si no, no podemos entrar rápido, pero sé que nos pueden chocar nada más que no hay como hacerle”, señaló Irene abuelita de la tercera edad. “Me estacioné 4 cuadras arriba porque aquí a la redonda ni de chiste encuentro, pero bueno me sirve para hacer ejercicio”, expreso David Garza.
“Esto está muy mal porque la vialidad se pone muy fea y a veces los lugares de discapacitados siempre están ocupados, pero bueno para empezar yo creo que deberían de poner un tránsito que agilice y evite que haya accidentes porque ya se han tardado en haber hasta que no pase una tragedia se pondrán las pilas”, aseveró Leonor Pérez.
Solicitud. Aunque muy pocos se tomaron la situación con humor para dejar de lado el mal trago es más que evidente como la clínica quedó atrapada con un puente en medio, sin poder ser una misma instalación que tal vez sería más cómoda para los derechohabientes, sumándole que indudablemente los discapacitados tienen una gran dificultad para acudir a las citas misma razón por la que algunos mencionaron que han llegado tarde y los médicos se molestan o ya no los quieren pasar pero es algo que no pueden evitar.
Los derechohabientes concordaron en como hace falta un estacionamiento privado para la clínica que dé más facilidades a los que tienen mayores dificultades, aunque no hay muchas esperanzas por la falta de espacio… Tienen la esperanza de que algún día después de décadas se resuelva esta problemática.
Otros indicaron que un tránsito justo en la zona de rampas por donde ingresan los enfermos debería agilizar el tráfico y controlar las calles para evita algún accidente.