En el catálogo de Netflix se encuentran verdaderas joyas, y una de sus series ha sido calificada como una de las mejores de todos los tiempos. "Breaking Bad" cautivó a la audiencia con su intrigante historia y cosechó numerosos premios y nominaciones. Incluso uno de sus episodios obtuvo una puntuación perfecta que ningún otro programa ha superado. El universo narcótico creado por Vince Gilligan se expandió con "Better Call Saul," que, aunque no tuvo el mismo impacto que su predecesora, es elogiada por los fanáticos debido a su extraordinario final.
El personaje de Saul Goodman adquirió gran popularidad durante la transmisión de "Breaking Bad," lo que llevó a los creadores a apostar por una serie propia para este peculiar abogado, interpretado magistralmente por Bob Odenkirk. Con un formato diferente pero igual de adictivo, la serie llegó al catálogo de Netflix, donde actualmente están disponibles sus 63 episodios. Tras 7 años, "Better Call Saul" llegó a su fin con la sexta temporada, la cual fue la más extensa de la serie, con 13 episodios divididos en dos partes. Peter Gould fue el encargado de escribir y dirigir "Saul Gone," el episodio final, considerado uno de los cierres más extraordinarios de una serie, ya que no solo mostró el desenlace de Saul Goodman (Odenkirk) y Kim Wexler (Rhea Seehorn), sino que también concluyó uno de los universos más elogiados por la crítica y el público, lo que agregó un valor sentimental.
En el clímax de la serie, encontramos algunas similitudes entre Saul Goodman y Walter White (Bryan Cranston), quien, por cierto, tiene un cameo en el episodio final. Ambos han tomado malas decisiones y ahora tienen la oportunidad de redimirse, pero aquí es donde ambas historias toman caminos diferentes, algo que Cloud tenía muy claro, como lo reveló en una entrevista con Rolling Stone.
Se sentía correcto tener a estos dos tipos, Saul y Walt, juntos en una escena que mostrara su renuencia a ser honestos consigo mismos sobre lo que han hecho y lo que son, y cuáles son sus verdaderos remordimientos. Ninguno de los dos puede decir realmente la verdad. Te advertimos que a continuación habrá spoilers.
Después de una tortuosa travesía, Saul Goodman parece volver a ser Jimmy McGill, quien ahora ha sido sentenciado a 87 años de prisión. Cuando llega a la cárcel, es reconocido por varios prisioneros que muestran su respeto. Una vez dentro, recibe la visita de Kim Wexler, quien se hace pasar por su abogada. Ambos fuman un cigarro y conversan, una escena que coincide con los planos del primer episodio. La historia concluye con ellos despidiéndose: ella saliendo de la cárcel y él aceptando su condena.
“Ambos se confiesan, ambos limpian sus conciencias, viven de manera más honesta, ese es el punto del final,” explicó Gould. Un final que puede ser bastante emocional para quienes vieron crecer al personaje desde su aparición en "Breaking Bad" y siguieron su travesía a lo largo de seis temporadas, primero como abogado, luego como fugitivo y finalmente como condenado. Aunque la serie no ha recibido el reconocimiento que merece, es sin duda una de las grandes joyas de Netflix que podrás disfrutar desde la comodidad de tu hogar.