Su negativa se basa, en parte, en el temor de que Israel quiera forzar una expulsión permanente de los palestinos a sus países y anular las demandas de un Estado.
Mientras los palestinos desesperados en la aislada Gaza intentan encontrar refugio bajo los implacables bombardeos de Israel en represalia por el brutal ataque de Hamas del 7 de octubre, algunos se preguntan por qué los vecinos Egipto y Jordania no los acogen.
Los dos países, que flanquean a Israel en lados opuestos y comparten fronteras con Gaza y la ocupada Cisjordania, respectivamente, han respondido con una firme negativa. Jordania ya tiene una gran población palestina.
El presidente egipcio, Abdel Fattah el-Sissi, hizo sus comentarios más duros hasta el momento el miércoles, diciendo que la guerra actual no sólo tenía como objetivo luchar contra Hamas, que gobierna la Franja de Gaza, “sino también un intento de presionar a los habitantes civiles a... migrar a Egipto”. Advirtió que esto podría arruinar la paz en la región.
El rey Abdullah II de Jordania dio un mensaje similar un día antes, al decir: "No hay refugiados en Jordania, no hay refugiados en Egipto".
Su negativa se basa en el temor de que Israel quiera forzar una expulsión permanente de los palestinos a sus países y anular las demandas palestinas de un Estado. El-Sissi también declaró que un éxodo masivo correría el riesgo de llevar a militantes a la península egipcia del Sinaí, desde donde podrían lanzar ataques contra Israel, poniendo en peligro el tratado de paz de 40 años entre ambos países.
He aquí un vistazo a lo que motiva las posturas de Egipto y Jordania.