El uso de “cigarrillos electrónicos” por parte de niños y adolescentes triplica las probabilidades de que consuman tabaco tradicional en el futuro.
Según el último informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la industria tabacalera intenta atraer a los jóvenes con aromas atractivos y afirmaciones engañosas.
El organismo recomienda a los gobiernos que pongan en marcha reglamentaciones para evitar que los no fumadores empiecen a consumir estos productos que contienen nicotina. El tabaco, dijo, provoca la muerte de ocho millones de personas al año, un millón de ellas a causa del humo ajeno.
“Con la proliferación y rápida evolución de estos productos en el mercado, es crucial que se regulen para que todo el mundo esté protegido, incluyendo medidas para proteger a los que actualmente no fuman, incluyendo a los niños y adolescentes a los que se dirigen”, dijo el doctor Rüdiger Krech, director del departamento de promoción de la salud de la OMS.
Actualmente, añadió, la venta de sistemas electrónicos de administración de nicotina está prohibida en 32 países. Otros 79 países han adoptado al menos una medida parcial para prohibir su uso en lugares públicos, poner cotas a la publicidad o exigir advertencias sanitarias en el empaquetado.
En 84 países los cigarrillos electrónicos no están reglamentados ni restringidos de ningún modo.
La proporción fumadores se ha reducido en la mayoría de países, pero debido al crecimiento demográfico el número total de personas que fuman se ha mantenido. Actualmente, de los mil millones de fumadores estimados, en torno al 80% viven en los países de ingresos bajos y medios.