El mandatario y otros funcionarios han estado viajando por el país promoviendo sus políticas económicas.
El presidente Joe Biden postergó el lunes un viaje a Colorado para quedarse en Washington y concentrarse en la crisis en el Medio Oriente.
Biden iba a ir a Colorado, al distrito de la representante republicana Lauren Boebert, donde iba a visitar CS Wind, la mayor fábrica de torres de energía eólica del mundo. Pero apenas unas horas antes de que Biden despegara, la Casa Blanca anunció que el viaje será reprogramado.En lugar de ello, el presidente sostendrá una serie de reuniones de alto nivel sobre Israel y la crisis humanitaria en la Franja de Gaza. Biden está considerando la posibilidad de viajar a Israel en señal de apoyo tras el ataque de Hamas del 7 de octubre, en que más de mil 400 personas murieron, entre ellas por lo menos 30 ciudadanos estadounidenses.
La decisión refleja los dilemas para el presidente en medio de una campaña electoral en que Biden está tratando de exhibir sus éxitos en la política nacional, pero tiene que dedicarle tiempo a crisis internacionales como la de Ucrania y la de Israel.
Boebert había calificado una reciente ley de infraestructura que Biden promovió como “un fracaso masivo” que “tiene que ser anulada”.
Pero Biden se proponía demostrar lo contrario al visitar CS Wind en la localidad de Pueblo. La compañía está en medio de una expansión de 200 millones de dólares que, se estima, creará 850 empleados para el 2026 gracias a las reducciones de impuestos incluidas en la ley.
Pueblo es parte del Tercer Distrito Congresional de Colorado, que abarca más superficie que Pensilvania. Boebert ganó allí en 2020 y retuvo el cargo en 2022, pero por poco.
Los republicanos en la Cámara de Representantes están sumidos en el caos, después de haber destituido a su líder Kevin McCarthy sin poder ponerse de acuerdo sobre un reemplazo. El representante Jim Jordan de Ohio, un prominente aliado de Donald Trump, es actualmente el candidato principal para reemplazar a McCarthy, pero su suerte sigue siendo incierta.
A pesar del bajo desempleo y los avances contra la inflación, Biden ha tenido dificultades en convencer al electorado de que sus políticas están beneficiando a la economía norteamericana.
Una encuesta hecha en agosto por The Associated Press-NORC Center for Public Affairs Research halló que apenas un 36% de los estadounidenses aprueban de la gestión económica de Biden, más o menos lo mismo que ha sido por año y medio.
El mandatario y otros funcionarios han estado viajando por el país promoviendo sus políticas económicas. La semana pasada, Biden visitó una terminal en Filadelfia, donde anunció que el área será uno de siete centros para la producción de combustible de hidrógeno.
“Realmente creo que este país está a punto de despegar”, manifestó Biden. “Por primera vez en mucho tiempo, estamos realmente invirtiendo en el país”.