Hasta el momento solo se siguen implementando las llamadas de atención a los visitantes
Rafael González, director del Zoológico Monclova, expuso que lamentablemente aún hay falta de cultura por parte de los visitantes, pues a pesar de que se colocan letreros en donde claramente piden no alimentar a ciertos animales y no arrojarles objetos, esta indicación no se suele respetar, llegando a afectar a diversas especies.
Aclaro que en donde hay más complicaciones en el área en donde se encuentra el cocodrilo grande, ya que, dicho animal, por naturaleza, se queda inmóvil durante varias horas y la gente piensa que no tiene vida o incluso que no es real, y comienzan a aventar comida o piedras, pues en su espacio, se han llegado a encontrar rocas de casi medio kilo, las cuales fueron lanzadas por visitantes, por lo que, se corre un gran peligro.
Desinformación. “Notamos que falta mucha cultura por parte de los ciudadanos aún, ponemos letreros muy claros y no son respetados por los padres de familia y mucho menos por sus hijos, por lo que pueden llegar a causar grandes daños” señaló.
El director resaltó que también se han tenido problemas con las chivas, ya que, se encuentran muy cerca de los visitantes y la gente arranca cualquier hierva para alimentarlas y hay algunas plantas que suelen se tóxicas, pues ya se registró un caso de intoxicación a 3 chivos, pues lamentablemente, las personas ignoran que los animales tienen una dieta básica.
Acciones. González destacó que, para solucionar el problema, se llega a considerar la posibilidad de vender a los visitantes alimentos exclusivos para los animales, pues es entendible que muchos quieran convivir con las especies y el ofrecer paquetes de alimentos aptos para los animales puede llegar a ser una gran alternativa, incluso se tendría un mejor control y se impulsaría la interacción de niños y adultos con los animales.
Aseguró que hasta el momento solo se siguen implementando las llamadas de atención a los visitantes, pues las autoridades del Zoológico Municipal tienen que estar al pendiente de los animales realizando constantes rondines.