Expertos en Alzheimer publicaron un editorial en la revista científica 'Journal of Prevention of Alzheimer's Disease' en el que avanzan que la ciencia ha entrado en una nueva era de desarrollo de fármacos tratar o prevenir eficazmente la enfermedad.
Los autores afirman que los dos factores más importantes que nos impulsan hacia el éxito en la lucha contra el Alzheimer son la amplia gama de nuevas dianas farmacológicas en desarrollo y el rápido desarrollo de biomarcadores de la enfermedad.
"El Alzheimer es una enfermedad compleja causada por una combinación de factores relacionados con la biología del envejecimiento, por lo que es lógico que tengamos que tratar una combinación de factores para tener un impacto real en la enfermedad", afirma el coautor del editorial, el cofundador y director científico de la Alzheimer's Drug Discovery Foundation, Howard Fillit.
En la actualidad se están desarrollando 143 fármacos para combatir el Alzheimer, de los cuales 119 están diseñados para ralentizar o detener la enfermedad. Mientras que los fármacos que destruyen el amiloide dominaban la investigación hace poco tiempo, hoy en día hay más ensayos de fármacos contra el Alzheimer dirigidos a la inflamación que a estas proteínas.
Los ensayos en curso también abordan una serie de otros cambios relacionados con la edad implicados en el Alzheimer, como el metabolismo, la función vascular, la epigenética (cambios en la regulación de los genes sin alteraciones en la secuencia del ADN) y la formación de células nerviosas.
Igualmente importantes son los avances significativos en los biomarcadores, que son necesarios para el diagnóstico precoz y el reclutamiento selectivo de los pacientes adecuados para los ensayos clínicos correctos.
El desarrollo de biomarcadores (en forma de análisis de sangre, escáneres oculares e incluso pruebas digitales basadas en la tecnología) puede ayudar a la detección y el diagnóstico precoces. Hace apenas 10 años, la única forma de diagnosticar el Alzheimer era mediante una autopsia post mortem.
Hoy en día, los escáneres PET cerebrales, las pruebas de líquido cefalorraquídeo e incluso un simple análisis de sangre pueden proporcionar información sobre el estado del cerebro con Alzheimer.
"Los biomarcadores garantizan que se inscriban los pacientes adecuados en cada ensayo clínico y dan a los investigadores los medios para evaluar su respuesta al tratamiento. Los biomarcadores hacen que los ensayos clínicos sean más eficientes y rigurosos, especialmente en las primeras etapas, en las que es vital determinar rápidamente si un tratamiento es prometedor, de modo que el dinero de los ensayos clínicos se gaste en los tratamientos que tienen más probabilidades de funcionar", ha añadido la directora de Envejecimiento y Prevención del Alzheimer en la Alzheimer's Drug Discovery Foundation, Yuko Hara.
"Como neurocientífico y geriatra, soy más optimista que nunca sobre nuestra capacidad para prevenir, diagnosticar y tratar la enfermedad de Alzheimer. Con una capacidad cada vez mayor para diagnosticar las causas individuales del alzheimer en cada paciente, y bastante más de 100 fármacos diferentes en fase de investigación, estamos más cerca que nunca de ofrecer a los pacientes un enfoque combinado personalizado.