Busca reforzar los lazos militares con la nación sudamericana y crear una alianza defensiva con otros países de la región
Estados Unidos autorizó que Argentina compre más de 30 aviones de combate estadounidense F-16 a Dinamarca y cuatro aviones de patrulla marítima P-3 a Noruega, en busca de reforzar los lazos militares con la nación sudamericana y crear una alianza defensiva con otros países de la región.
El departamento de Estado dijo el miércoles que ya ha notificado a Dinamarca y a Noruega de su decisión, y que ahora es Argentina la que tiene la última palabra.Los países europeos son los dueños de esos aviones, y los han ofrecido a Argentina en momentos que existe una fuerte demanda internacional, pero Estados Unidos debía autorizar la transferencia, que incluye también un paquete de misiles para equipar a las aeronaves.
“Hemos trabajado muy duro para asegurarnos de que no haya obstáculos para esta transferencia", expresó Mira Resnick, subsecretaria de Estado adjunta para la Seguridad Regional.
Esta operación “permitirá a Argentina mejorar su seguridad nacional y combatir la influencia maligna que opera en la región”, dijo la funcionaria en una rueda de prensa telefónica cuando le preguntaron por qué la nación sudamericana debería comprar los aviones de Dinamarca y no de China, que también le ha ofrecido aeronaves militares.
El anuncio de la aprobación de los 38 aviones F-16 tiene lugar en momentos que Estados Unidos está preocupado por la influencia de China en América Latina. Sucede además, cuando Argentina está a un paso de decidir en elecciones nacionales quién será el nuevo presidente que reemplace al actual mandatario Alberto Fernández.
Washington debe autorizar la transacción porque se trata de aviones de diseño estadounidense, y además involucra entrenamiento de pilotos y mantenimiento de las aeronaves, que son modelos más antiguos del avión de caza F-16 que aún se fabrica.
Argentina ha recibido también ofertas de aeronaves militares de China, India y Pakistán.
Varios funcionarios estadounidenses que visitaron el país en el último año, desde la subsecretaria de Estado Wendy Sherman y hasta la jefa del Comando Sur, Laura Richardson, advirtieron sobre los riesgos de la cooperación militar y nuclear con China.
Las Fuerzas Armadas de Argentina vienen sufriendo desinversión tras la guerra con Gran Bretaña por la soberanía de las islas Malvinas en 1982, con armamento y equipamiento mayormente obsoleto.
Argentina está en trámites para reforzar su defensa aérea desde 2015 cuando dio de baja el sistema de armas Mirage tras 43 años de servicio. El proceso no es sencillo no solamente por las dificultades de financiamiento a partir de la escasez de dólares sino además porque el país está vedado de adquirir armamento que tenga algún componente británico desde la guerra de Malvinas.
En la conferencia de prensa con un pequeño grupo de periodistas, los funcionarios estadounidenses dijeron que los aviones F-16 no tienen componentes británicos.
Dijeron asimismo que el gobierno del presidente Joe Biden está trabajando para ayudar con la financiación y que “pronto” le notificaría al Congreso sobre 40 milllones de dólares que destinaría a tal efecto.
"Creemos que esto contribuirá a la competitividad de esta solución para modernizar la envejecida flota de la Fuerza Aérea (argentina) en apoyo de su seguridad nacional”, dijo Resnick.
Chile es otro de los países de la región que ya tiene F-16, y Colombia ya tiene la aprobación estadounidense para conseguirlos, dijo la funcionaria. Estos, sumados a otros socios internacionales que ya tienen estos aviones estadounidenses, harían que Argentina ingresara a la “familia de los F-16”.
El paquete de compra de los F-16 incluye además de los aviones, el entrenamiento de los pilotos, el mantenimiento y ejercicios para incrementar el intercambio de información y las comunicaciones entre la fuerza aérea de Argentina, sus vecinos y Estados Unidos.
“Esto es una oportunidad para nuestros dos países de enfrentar las amenazas de manera conjunta”, dijo la funcionaria.