El Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC) es una afección que afecta a millones de personas en todo el mundo, y aunque su causa exacta sigue siendo un misterio para los expertos, hay pistas que arrojan luz sobre sus posibles desencadenantes.
Según el Instituto Nacional de Salud Mental de los Estados Unidos (NIMH), el TOC es un trastorno persistente caracterizado por pensamientos incontrolables y recurrentes, conocidos como obsesiones, y la realización de conductas repetitivas llamadas compulsiones.
La comunidad médica aún no ha identificado la causa precisa del TOC, pero se sospecha que varios factores podrían desempeñar un papel en su desarrollo.
Entre estos factores, se encuentran las lesiones en la cabeza, infecciones y antecedentes familiares, según MedlinePlus, un servicio informativo de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos (NLM). Estos factores pueden interactuar de manera compleja, contribuyendo al surgimiento de este trastorno.
Síntomas del TOC: obsesiones y compulsiones
Las personas que padecen TOC experimentan obsesiones y compulsiones. Las obsesiones son pensamientos, impulsos o imágenes mentales repetitivos que generan ansiedad. Algunas de las obsesiones más comunes incluyen el miedo a los gérmenes o a la contaminación, el temor a olvidar o perder algo importante, el miedo a perder el control sobre el propio comportamiento, pensamientos agresivos hacia los demás o hacia uno mismo, y pensamientos no deseados relacionados con el sexo o la religión. Además, algunas personas con TOC sienten la necesidad de tener las cosas simétricas o en perfecto orden.
Las compulsiones son comportamientos repetitivos que a menudo se realizan como respuesta a una obsesión. Estos comportamientos incluyen lavar las manos de forma excesiva, ordenar objetos de manera precisa y específica, comprobar repetidamente cosas como cerrar la puerta o apagar el horno, contar de manera compulsiva y realizar actos rituales como rezar o repetir palabras en silencio.
Aunque las compulsiones pueden brindar alivio temporal, no eliminan la ansiedad subyacente y, a largo plazo, empeoran la calidad de vida de quienes las padecen.
¿Cuándo se considera que se tiene TOC?
No todos los pensamientos repetitivos son obsesiones, ni todas las rutinas son compulsiones. Según la NLM, hay pautas específicas que definen a una persona con TOC.
En primer lugar, la persona no puede controlar sus pensamientos o comportamientos, incluso si comprende que son excesivos. Además, dedican al menos una hora al día a estas obsesiones y compulsiones.
Es importante destacar que las personas con TOC no obtienen placer de realizar estas acciones; más bien, sienten un breve alivio de la ansiedad. Finalmente, estos pensamientos y rituales pueden interferir significativamente en la vida cotidiana de la persona.