Existen básicamente dos formas de afrontar las dificultades cotidianas: o se las “neutraliza” con chocolates y placeres que nos aporten un bienestar instantáneo pero pasajero o, por el contrario, se busca sentirse bien de otra manera, saliendo a la luz del sol a caminar o correr, para “disipar” el malestar y aclarar las ideas.
El doctor Thomas Rutledge, profesor e investigador en el Departamento de Psiquiatría de la Universidad de California en San Diego, Estados Unidos, en un artículo publicado en la revista Psycologhy Today afirmó: “Los humanos somos los mejores solucionadores de problemas del universo. La vasta historia de la civilización humana se puede resumir como un proceso de resolución progresiva de problemas. Los humanos modernos son simplemente seres de la Edad de Piedra que han tenido cien mil años para aprender a solucionar problemas de la vida, cada vez más grandes y complejos”.
Sin embargo, el médico argumenta que, a pesar de los asombrosos avances de la modernidad que ayudan a la resolución más rápida de los problemas, (entre ellos menciona videos instructivos en YouTube, búsquedas en Google e incluso inteligencia artificial), han surgido nuevas dificultades. “Ahora poseemos, por ejemplo, muchas más formas que nunca de procrastinar, racionalizar, distraernos y adormecernos ante los problemas de la vida. Los neurocientíficos a veces se refieren a estas actitudes como “afrontamiento con dopamina”, debido a la dependencia subyacente que cada una de estas conductas de solución de problemas tiene en el neurotransmisor dopamina”, dijo el médico. Pero ¿qué produce la dopamina?
La doctora María Teresa Calabrese, endocrinóloga, psiquiatra y psicoanalista especializada en enfermedades psicosomáticas, miembro de la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA), de la misma institución internacional (IPA) y docente de la Universidad de Buenos Aires, explicó a Infobae que “la dopamina es un neurotransmisor que se libera en situaciones placenteras y es como que el placer es buscador de placer, quiere repetir, entonces precisa nuevas situaciones que puedan liberar ese neurotransmisor”.
El doctor Rutledge dijo: “Como herramienta de resolución de problemas, la dopamina ‘funciona’. Generalmente nos sentimos mejor, pero los beneficios son breves y el problema original persiste (si no empeora)”.
Por su parte, el doctor Claudio G. Waisburg, médico, MN 98128, neurocientífico, speaker y director Instituto SOMA, explicó a Infobae que, “de acuerdo con Lazarus y Folkman, las estrategias de afrontamiento hacen referencia a los esfuerzos, mediante nuestras conductas, para hacer frente a las demandas internas y ambientales, y los conflictos entre ellas, que exceden nuestros recursos como personas. Serían aquellos procesos cognitivos y conductuales que se desarrollan para manejar las demandas externas y/o internas que exceden los recursos del individuo”.
Cuando se tiene una respuesta en “modo dopamina” existen pros y contras. Waisburg señaló: “la dopamina influye en nuestro estado de ánimo, en el comportamiento y nos ayuda a regular el organismo. Unas de sus principales funciones es producir la sensación de placer y relajación en el cuerpo, pero la cosa no queda ahí. También, gracias a su acción, nos impulsa a ser competitivos, a defendernos ante algún peligro o nos impulsa y motiva a conseguir metas personales. Es una gran aliada en el afrontamiento de los problemas agudos. Pero se vuelve un ‘efecto boomerang’ si se perpetúa en el tiempo, transformándose en un enemigo del afrontamiento de los problemas crónicos o a más largo plazo”.
La doctora Calabrese agregó: “Otra cosa interesante es que la dopamina en grandes cantidades inhibe la serotonina, con lo cual, si buscamos todo el tiempo el placer, eso inhibe la felicidad. Digo esto de manera muy esquemática, pero en estos días en los que tiene tan buena prensa la búsqueda del placer…'¿Disfrutaste?’ —se escucha en la televisión— ‘Eso es lo que importa’. Sin embargo, en realidad lo que importa es si eso me lleva a una felicidad duradera, a un mejor entendimiento con quienes me rodean y no es esa cosa instantánea que tiene que ver con el circuito de la recompensa y se activa mucho en las adicciones por esa misma razón”.
En un estudio citado por el doctor Rutledge, publicado en Health Sciences Research Commons, se describe: “Desde el punto de vista de la dopamina, lo que importa no es tener, sino conseguir algo, cualquier cosa, que sea nueva. A partir de esto podemos entender de una manera nueva y revolucionaria por qué nos comportamos como lo hacemos en el amor, los negocios, la adicción o la política”.
El afrontamiento con dopamina se caracteriza por las siguientes conductas, explicó Rutledge :
- Consumir comida chatarra
- Pasar mucho tiempo en las redes sociales
- Consumir drogas y/o alcohol
- Videojuegos en exceso
- Consumir pornografía
- Fumar y vapear
- Exceso de televisión e internet
Sus consecuencias son:
- Beneficios emocionales de acción rápida y corta duración, generalmente seguidos de una caída de la dopamina
- Riesgo de adicción, abuso y sobredosis
- Es una conducta asociada con el afrontamiento pasivo de problemas, mayores tasas de depresión, soledad y ansiedad
- Culpa, vergüenza y autocrítica suelen ser los sentimientos posteriores al consumo
- Daños en la salud física (por ejemplo, síndrome metabólico)