El propio Checo Pérez aseguró que fue una carrera "muy dura".
La alta temperatura que se registró por la noche en Lusail durante el Gran Premio de Qatar, que no era menor a los 30° centígrados, provocó malestares y que los pilotos no la pasaran del todo bien durante las 57 vueltas.
Luego de la competencia qatarí se reveló que Esteban Ocon, por ahí de la vuelta 15, vomitó dentro de su casco.
En otro casos, Logan Sargeant abandonó a la mitad de la carrera por deshidratación intensa, Alexander Albon tuvo que ser ayudado a bajar del monoplaza e incluso Fernando Alonso por la radio pidió que "le echaran agua" al asiento por lo caliente que se sentía su lugar dentro del bólido.
Esto se pudo reflejar al final del GP, cuando Oscar Piastri se tiró al suelo antes de la ceremonia del podio y luego cuando Max Verstappen se sentó junto al australiano.
El propio Checo Pérez aseguró que fue una carrera "muy dura".
Cabe recordar que esta fue la segunda edición del Gran Premio de Qatar y que desde ahora en adelante hay contrato en dicha sede por 10 años con la máxima categoría.