Son los últimos metros del Maratón de Chicago.
Los últimos metros de los 42.195 km y el keniano Kelvin Kiptum aprieta el paso. Cuando finalmente encara la meta, levanta los brazos señalando al público, se da golpes en el pecho, se toma la cabeza, no sabe qué hacer, pero sigue corriendo, hasta que el listón se rompe.
Una vez que cruza la meta entonces si sus piernas no responden, como si la realidad le cayera de golpe. A sus 23 años ha roto el récord mundial de Maratón, en la ciudad de los vientos. El reloj marca un tiempo histórico de 2:00:35; es decir, nadie nunca antes había corrido la mítica distancia por debajo del 2:01:00.
En la ironía de la vida, había poco viento esta mañana en Chicago, tampoco había el sol que se acostumbra en esos cielos. Las condiciones fueron propicias para que Kiptum atacara con fuerza y revalidara los pronósticos. Era el favorito, pero desde hace tiempo sus registros amenizaban con dinamitarlo todo.