Los aguaceros registrados el jueves dejaron en claro que la clínica 7 del IMSS está en “agonía” y que no le falta mucho para que colapse. Es por de más visible que pese a que en Monclova y en la Región Centro son decenas de empresas las que hacen entrega a tiempo de las cuotas obrero patronales que representan miles de millones de pesos, al final quienes administran al IMSS les importa muy poco eso y no le meten un solo pesos. Amén de toda la lana que se aportaba aún el año pasado antes de que AHMSA entrara al proceso tan complicado en el que actualmente se ubica y que también era de millones de pesos mensuales los que entregan al IMSS para la atención de sus trabajadores. El jueves la lluvia se metió por todos lados en el seguro, llovía más adentro que afuera, por las coladeras ni se diga, plafones se cayeron, se suspendieron las atenciones en los quirófanos y en general fue un caos el que se vivió en el IMSS. Aunque hay que decir que por primera ocasión reconocieron que tienen fallas, pero eso sale sobrando porque al final lo importante del caso es que se corrijan y eso no se ve para cuando. Esto no es nada nuevo y todo lo saben los altos mandos del IMSS ni qué decir de Zoé Robledo quien estuvo en Monclova en el 2020 cuando la crisis vivida por el tema del COVID-19 y sí en aquel entonces también los empleados sufrieron las consecuencias por falta de equipos, los pacientes ni se diga y Zoé lo supo y supo todas las deficiencias que se tienen en la clínica 7, pero al final fue como si no hubiera conocido nada porque día con día la clínica 7 sigue teniendo deficiencias y tal parece que solo esperan que se caiga para poder hacer algo al respecto.
¿Y LAS ESCUELAS?
Así como el IMSS se encuentra en un dilema, ni que decir de las escuelas en Monclova donde la lluvia también “ahogó” a varias como el jardín de niños Celestín ubicado en la colonia Elsa Hernández a un lado de la primera Suzanne Robert Pape. Los dos planteles están para llorar, quedaron en pésimas condiciones y desde el lunes comenzarán a trabajar en línea. Evidentemente esa situación va para largo porque la Secretaria de Educación que comanda Francisco Saracho no trae ni sal pa'l aguacate y obviamente que no le van a meter lana y mucho menos al estar a solo dos meses de concluir su función al frente de dicha secretaria, el propio Saracho antes de que iniciara el actual ciclo escolar estando en Monclova dijo que había lana para corregir las fallas de los plantes de forma inmediata, pero tal parece que le aprendió muy bien a decir mentiras a Claudio Bres que es el de economía quien en todo el tiempo que lleva al frente de dicha dependencia vino a Monclova en un par de ocasiones y solo se dedicó a decir que había proyectos y que había proyectos y a la fecha no hay nada. Así será con los planteles que actualmente están dañados por las lluvias del jueves. Esta muy en claro que se va a empezar con las clásicas que son pedirle lana a los padres de familia para que sean ellos los que paguen reparaciones y todo lo que se necesita para que los plantes sean nuevamente funcionales y no se tengan complicaciones aunque, en las escuelas que estoy señalando de plano se requiere su reubicación porque hacerles reparaciones es tirar el dinero en vano ya que en cualquier otra lluvia fuerte que se registre otra vez se llegará a lo mismo ya que están ubicadas en un caudal natural del agua, caudal que la naturaleza no va a modificar y por ende deben ser los planteles los que se tienen que reubicar pero a la voz de ya. Hay que decir que el ayuntamiento encabezado por Mario Dávila está trabajando en el tema pero es evidente que también se debe de meter la Secretaria de Educación por que es la que principalmente debería estar más interesada que nadie de que el tema se solucione.