Se manifestaron por falta de servicios y cerraron el portón informándoseles que cometían un delito federal.
La escuela Ignacio Zaragoza carece de un buen sistema de energía eléctrico, es por ello que casi a diario se quedan sin el servicio, además los padres se quejaron por la maleza que abunda en los patios de la escuela y por tal motivo es que decidieron cerrar las puertas del plantel; sin embargo, por temor al recibir una supuesta demanda fue que bajo presión tuvieron que abrirla nuevamente.
Pati Lucio, tesorera de la primaria ubicada en la colonia Buenos Aires, en conjunto con otras madres, se pararon al frente del portón a la hora de entrada para colocar un candado, pero al paso de unos minutos llegó el supervisor Gerardo ‘N’ para exigirles de manera altanera que abrieran la puerta, pues estaban incurriendo en un delito federal.
Problema. “A esta escuela le falta mucho, por eso la cerramos porque nadie nunca nos hace caso y eso nos tiene desesperadas, los niños tienen climas, pero de qué sirve si no los pueden usar porque las pastillas se botan y cuando está el calor insoportable no hay ni quien aguante”, comentó la tesorera. En la lista de carencias se sumó al constante recorte de agua que tienen debido al mal funcionamiento del sistema, zonas llenas de maleza en la parte del patio, canchas y aulas, la falta de un techo sombra para que los niños jueguen, entre otros problemas.
Las madres decidieron cerrar la escuela al estar desesperadas por no recibir soluciones por la SEP o propuestas por parte de los directivos, pero en cuanto el maestro Gerardo llegó les exigió que abrieran la puerta o serían demandadas por impedir la educación a los niños, es por ello que las madres no tuvieron más remedio que abrir la puerta.
Diálogo. A pesar de haber mantenido una plática por parte del supervisor y padres de familia, no se llegó a ningún acuerdo más que girar oficios a la Secretaría de Educación, mismos que según la tesorera ya han enviado, pero no han recibido ninguna respuesta. Por lo pronto los niños seguirán trabajando sin aire acondicionado y algunas veces sin luz a raíz del rebote de pastillas.