Este es uno de los motivos por los que la han dejado de contratar
Sharon Stone habla por primera vez de una de las secuelas que le dejó la hemorragia cerebral que padeció en 2001, cuando casi pierde la vida, pues a partir de ese momento sus doctores le indicaron que debía dormir ocho horas mínimo cada día, pues de lo contrario el medicamento que aún toma no surtiría efecto y podría convulsionarse, motivo por el que dejó de ser contratada en las grandes producciones del cine hollywoodense, en que las jornadas de trabajo son extenuantes.
Ese fue el modo en que la actriz de 65 años habló de este trágico episodio de su vida a la revista "People", cuando hace 22 años sufrió una hemorragia cerebral, que duró nueve días antes de que se restableciera, por la que casi pierde la vida, pues los doctores le dieron un uno por ciento de posibilidad de sobrevivir, confiando que es la primera vez en más de dos décadas que se siente preparada para hablar del tema.
"Ahora me siento más cómoda diciendo públicamente lo que realmente me pasó", dijo Stone, quien aseguró que por años trató deque las personas creyeran que se encontraba bien cuando realidad fue un evento de su vida que la cambió por completo,
De hecho, comparó el trato que recibió por la industria del cine a partir de que sufrió la hemorragia cerebral, con el que le dan a una persona discapacitada que busca un trabajo, pues dejaron de interesarse en ella como una actriz potencial para aparecer en pantalla, por los inconvenientes que podía causar que volviera a atravesar un problema de salud de gran magnitud.
"Necesito ocho horas de sueño ininterrumpido para que mi medicación cerebral funcione y no tenga convulsiones, así que soy como una empleada con discapacidad y por eso no me contratan mucho. Estas son las cosas con las que he estado lidiando durante los últimos 22 años, y ahora soy abierta al respecto”, dijo la protagonista de "Bajos instintos".
Sharon recordó que luego de su estancia en el hospital no veía claramente y tartamudeaba, así como perdió la memoria por un periodo de tiempo, sin embargo, aseguró que eso no fueron las secuelas más graves que su enfermedad le dejó, sino que su matrimonio con Phil Bronstein se acabo, pues al poco tiempo se divorció del padre de su hijo Roan, que en la actualidad ya tiene 23 años.
"Lo perdí todo, perdí todo mi dinero, perdí la custodia de mi hijo, perdí mi carrera, perdí todas esas cosas que sientes que son tu verdadera identidad y tu vida. En realidad nunca recuperé la mayor parte, pero he llegado a un punto en el que estoy bien con ello, en el que realmente reconozco que soy suficiente", destacó.