El equipo ucraniano aprovechó los errores del Amberes para remontar una desventaja de dos goles en la segunda mitad. El conjunto belga tuvo la oportunidad de empatar el partido en el minuto 97, pero Alderweireld falló un penalti.
El Shakhtar Donetsk se afianzó como el tercero en discordia en el grupo H, que comparte con el Barcelona y el Oporto, tras remontar una desventaja de dos goles frente al Amberes (2-3). El equipo de Mark van Bommel fue superior en la primera parte, pero acabó pagando sus errores en defensa y falló un penalti en el 97’.
El conjunto belga tardó menos de tres minutos en allanar el camino y evidenciar la lentitud del veterano central Rakitskyi. Vermeeren, agresivo, le birló el cuero en la frontal y cedió a la derecha para Muja. El armenio, que fue el más incisivo de los delanteros locales, sentó a su par con un recorte y ajustó un zurdazo cruzado al palo largo.
El equipo de Van Bommel acabó así con una sequía de un mes sin marcar, cinco partidos entre todas las competiciones, y repitió en una acción directa. Bastó un envío desde campo propio de Vermeeren para que Balikwisha ganara la espalda a Konoplya y batiera en el mano a mano a Riznyk.
La reacción del Shakhtar, atascado en la construcción del juego desde campo propio, llegó tras el descanso. Sikan recortó distancias en una acción de ‘pinball’ dentro del área y el partido se abrió. La zaga visitante evitó bajo palos un gol de Janssen que habría cambiado el devenir del partido.
En vez de eso, dos errores no forzados le costaron la derrota al Amberes. Rakitskyi empató en un tiro de falta inofensivo que fue desviado por la barrera y Sikan completó la remontada tras una cantada de Butez, que regaló la pelota al rival en su empeño por evitar que rebasara la línea de fondo. Pese al revés, el Amberes apretó en busca del empate y pudo lograrlo, pero Alderweireld falló un penalti en el tiempo añadido.