Fue acusada de propagar información falsa sobre el ejército ruso.
Un tribunal de Moscú condenó el miércoles a una experiodista estatal a ocho años y medio de cárcel en ausencia por protestar contra la guerra de Rusia en Ucrania, el último episodio de una larga campaña de represión a la disidencia que se intensificó tras la invasión del país vecino hace 20 meses.
Marina Ovsyannikova fue acusada de propagar información falsa sobre el ejército ruso, un delito tipificado en una ley adoptada poco después de que el Kremlin enviara tropas a Ucrania.
Organizó un piquete en la capital rusa en julio de 2022 con un cartel que decía “(El presidente de Rusia Vladímir) Putin es un asesino. Sus soldados son fascistas. 352 niños han sido asesinados (en Ucrania). ¿Cuántos niños más tienen que morir para que pare?".
Ovsyannikova, quien hasta marzo de 2022 trabajaba en la televisora estatal Channel One, fue detenida y quedó bajo arresto domiciliario, pero logró escapar a Francia con su hija. Las autoridades rusas la incluyeron en un listado de personas buscadas y la procesaron juzgaron en rebeldía.
En marzo de 2022, Ovsyannikova acaparó titulares en la prensa de todo el mundo tras aparecer detrás del conductor del noticiero nocturno de Channel One con un cartel en el que se podía leer “Paren la guerra, no crean en la propaganda, le están mintiendo”. Dejó su trabajo en la cadena, fue acusada de desacreditar al Ejército ruso y fue multada con 30 mil rublos (270 dólares en aquel momento).
Miles de rusos han recibido sanciones económicas y cientos enfrentaron cargos penales por criticar o protestar abiertamente contra la guerra en los últimos 20 meses. El Kremlin ha empleado una ley que prohíbe las críticas a lo que insiste en calificar de “operación militar especial” para perseguir a figuras de la posición, activistas por los derechos humanos y medios independientes.