Gianni Trez, un jubilado veneciano de 65 años, con una enfermedad terminal, falleció ayer en la clínica suiza, Dignitas por la eutanasia. Emmanuela Di Sanzio, esposa de Trez, anunció que su marido no sufrió y murió sereno acompañado por ella y su hija[/quote]
AGENCIAS / EL TIEMPO
ROMA.- Gianni Trez, un jubilado veneciano de 65 años con una enfermedad terminal, falleció ayer en la clínica suiza Dignitas por aplicación de la eutanasia.
En la misma clínica, la víspera fue ayudado a morir Fabiano Antoniani "DJ Fabo", tras acusar al Estado italiano de no asistir a las personas con males incurables que quieren poner fin a sus sufrimientos.
Emmanuela Di Sanzio, esposa de Trez, anunció que su marido no sufrió y murió sereno acompañado por ella y su hija.
La mujer agradeció a los enfermeros suizos de la clínica Dignitas y a los voluntarios venecianos que los ayudaron a viajar a Suiza, pero también urgió al Parlamento italiano a aprobar la eutanasia para evitar “estos peregrinajes crueles” a la nación helvética, donde el procedimiento es legal.
“Vivimos en un país incivil que no concede morir dignamente”, declaró.
En una entrevista en días pasados con el diario Il Fatto Quotidiano, Trez, con cáncer terminal, dijo que ya no soportaba los dolores que le causaba la enfermedad y que se trataba de “un sufrimiento sin sentido”, por lo que decidió someterse al suicidio asistido en Suiza.
Marco Cappato, militante de una organización que busca la legalización de la eutanasia en Italia, acompañó a Antoniani a morir en Suiza y se presentó este martes en una comisaría de los carabineros para “autodenunciarse”.
El objetivo de esa acción fue dar a conocer que la asociación Luca Coscioni, de la que es tesorero y que promueve la legalización de la eutanasia, está ayudando a otras dos personas para que puedan viajar a Suiza.
“Estamos ayudado a otras personas y lo seguiremos haciendo hasta que el Estado italiano asuma su responsabilidad. Mi objetivo es llevar al Estado italiano a asumir su responsabilidad”, afirmó Cappato, militante del Partido Radical.
Denunció que "quien no tiene 10 mil euros (el costo de viajar a Suiza para someterse al suicidio asistido) no puede poner fin a su tortura".
Por su parte, el fiscal de Milán, Francesco Greco, dijo que la “autodenuncia” de Cappato será analizada bajo todos los aspectos jurídicos.
La víspera, la secretaria general de la asociación Luca Coscioni, Filomena Gallo declaró a los medios que Cappato corría el risgo de ser condenado a 12 años de cárcel acusado de instigación al suicidio.