En la mayoría de los casos, la elección de bañarse por la mañana o por la noche suele depender de las preferencias personales y del estilo de vida. Algunos optan por una ducha matutina para despertarse y prepararse para el día, mientras que otros prefieren una ducha nocturna para relajarse y eliminar la suciedad acumulada. A continuación, dos expertos nos dan su opinión al respecto.
Según el doctor Aragona Giuseppe, médico de cabecera y asesor médico de Prescription Doctor, ambas opciones tienen sus ventajas. La ducha matutina es popular porque refresca los sentidos y te prepara para el día, pero no necesariamente es la mejor para tu salud. En cambio, una ducha nocturna puede ayudar a relajarte, aliviar el estrés y promover un mejor sueño. Además, puede ser beneficiosa para eliminar alérgenos y suciedad acumulada en el cuerpo y el cabello a lo largo del día.
La curandera Antonia Harman considera que la temperatura del agua es más importante que la hora del baño. Las duchas matutinas pueden ser vigorizantes y estimulantes, y si deseas un impulso adicional, puedes optar por una terapia de agua fría, que puede beneficiar tu sistema inmunológico, circulatorio y digestivo. Por otro lado, las duchas nocturnas con agua caliente pueden ayudar a relajarte y a conciliar el sueño más fácilmente, siempre que te duches aproximadamente 30-45 minutos antes de acostarte.
En resumen, la elección entre una ducha matutina o nocturna depende de tus preferencias personales y tu estilo de vida. Ambas opciones tienen beneficios, pero es importante tener en cuenta la temperatura del agua, ya que puede tener un impacto en tu bienestar. Si prefieres hacer ambas, está bien, siempre y cuando limites la duración de las duchas a 10 minutos o menos y uses una temperatura suave.