De acuerdo con la FGR el gobierno de la 4T entregó 194 personas acusados por delitos contra la salud a Estados Unidos.
Un tercio de los narcotraficantes que el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador extraditó son integrantes del Cártel de Sinaloa. De acuerdo con información de la Fiscalía General de la República (FGR) el gobierno de la Cuarta Transformación entregó 194 personas acusadas de delitos contra la salud a Estados Unidos Colombia, Perú o Argentina, la mayoría operadores del Cártel de Sinaloa, seguidos de integrantes del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y del cártel de los Beltrán Leyva.
Además, hay otros 75 narcos en proceso de extradición, entre los que destacan los hermanos Miguel Ángel y Omar Treviño Morales, fundadores de Los Zetas, y Rafael Caro Quintero, quien fuera el narcotraficante más buscado por la Agencia Antidrogas (DEA) por su participación en el secuestro y asesinato del agente estadounidense, Enrique Kiki Camarena en febrero de 1985.
El llamado “narco de narcos” fue capturado el 15 de julio del año pasado en el municipio de Choix, Sinaloa, y desde entonces permanece en el penal de El Altiplano en el Estado de México en espera de ser entregado a las autoridades estadounidenses.
Extradición de Ovidio Guzmán fue totalmente apegada a la ley: AMLO
Los procesos de extradición son considerados generalmente largos y su agilidad depende mucho de la voluntad política de los países implicados y de los resquicios legales en los que pueda ampararse el acusado. En el caso del exlíder del cártel de Sinaloa, Joaquín El Chapo Guzmán, ahora sentenciado a cadena perpetua en una prisión estadounidense, el proceso tardó un año.
David Saucedo, especialista en temas de seguridad, estima que las altas cifras de extradiciones de miembros del Cártel de Sinaloa, en comparación con otras organizaciones criminales, tiene su origen en la presión que ha ejercido el gobierno de Estados Unidos impulsada por la crisis de salud que padece ese país y más recientemente el período preelectoral.