Republicanos y demócratas se acusan mutuamente de esta situación.
Estados Unidos se encuentra el sábado a pocas horas de una parálisis del gobierno federal de la que se culpan mutuamente el presidente demócrata Joe Biden y los republicanos.
Salvo un acuerdo de último minuto, que parece altamente improbable, la mayor economía del mundo funcionará a cámara lenta desde el domingo: 1.5 millones de funcionarios estarán sin sueldo, el tráfico aéreo se verá perturbado y no se atenderán muchos servicios públicos.
Ni el Senado, controlado por los demócratas, ni la Cámara de Representantes, controlada por los republicanos, lograron aún aprobar un proyecto de ley para prorrogar el presupuesto federal que expira este sábado a la medianoche (04H00 GMT del domingo).
A casi un año de las elecciones presidenciales, ambos partidos se acusan mutuamente de esta situación.
Esta crisis presupuestal tiene repercusiones directas en la guerra de Ucrania. La Casa Blanca pidió inicialmente que el presupuesto aprobado por los representantes incluyera 24 mil millones de dólares en ayuda militar y humanitaria para Kiev.
Consciente de los problemas políticos de su gran aliado estadounidense, el presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, acudió al Congreso la semana pasada para intentar convencer a Washington de que lo ayude cruzar "la línea de llegada" ante Rusia.