Él esperaba regresar a lo que un día fue la más solicitada y exitosa acerera del Latinoamérica.
Juan Manuel Arreguín falleció queriendo regresar al lugar donde trabajó toda la vida, por más de 36 años se desvivió por ser un buen trabajador de Altos Hornos de México y pese a la actual crisis que los mantuvo durante meses sin ninguno solo peso, él esperaba regresar a lo que un día fue la más solicitada y exitosa acerera del Latinoamérica.
Cristian Arreguín hijo del difunto, contó que, su padre fue muy querido y reconocido por todos debido al enorme corazón que portaba y el amor que derrochaba pero un derrame cerebral y una trombosis terminó con su vida. En vida el obrero fue un hombre fiel y de palabra prueba de ello fueron las acciones que tomó defendiendo a los obreros por las injusticias que actualmente viven.
Cariño. Muchos lo recordarán por haber derramado lágrimas en una reunión que mantuvieron él y un grupo de trabajadores con el alcalde Mario Dávila con quien buscaban encontrar una solución para enfrentar los estragos que la crisis estaba dejando en las familias. “Mi papá era una persona que no le gustaban las injusticias siempre veía por los demás queriéndolos ver bien” expresó su hijo.
Su muerte fue derivada de problemas por diabetes, aunque aseguran que la crisis actual le quitaba el sueño y también influyó, pues hasta el último de sus días les decía a sus hijos como deseaba regresar al trabajo y hacer lo que le gustaba para dejar de estar en su hogar desaprovechado el tiempo. “Me decía no hijo se ve que ya va arrancar en septiembre u octubre” contó Cristian Arreguín. El hombre se va dejando un vacío en su viuda Blanca, hijos y nietos, su cuerpo es velado en la capilla de la 288 y será sepultado en el panteón Guadalupe el día de hoy.