Los teloneros crearon una atmósfera electrizante y pusieron a vibrar a los apasionados seguidores de la música electrónica
Desde las primeras luces del día, el público se congregó en el Foro Sol de la Ciudad de México para lo que prometía ser una noche inolvidable. Los teloneros, los reconocidos productores Kaytranada y Mike Dean, tomaron las tornamesas y comenzaron a tejer la atmósfera de anticipación que envolvía al público ansioso por ver a The Weeknd.
Kaytranada, reconocido por sus colaboraciones con artistas de la talla de Kanye West y el propio intérprete de "Blinding Lights", fue el primero en hacer vibrar la pista con sus ritmos frenéticos de música electrónica. Sus mezclas hicieron que la multitud se sumiera en el baile y los ánimos se elevaran.
La audiencia se emocionó aún más al escuchar los éxitos que el artista había producido para su cantante favorito. Esto provocó que muchos comenzaran a expresar su entusiasmo, incluso dos horas antes de que el protagonista de la noche subiera al escenario.
Por su parte, Mike Dean asumió el control de la música y ofreció ritmos más suaves que, con cada sorbo de cerveza, hicieron que la gente se acercara a la pista de baile, ya sea para disfrutar de momentos íntimos con sus parejas o brindar con amigos.
La gran mayoría de los asistentes eran jóvenes, algunos acompañados por sus padres, quienes estaban abiertos a las nuevas propuestas musicales que sus hijos estaban disfrutando, con destellos de funk que evocaban la influencia de la década de 1980.
Mientras tanto, la producción de The Weeknd permanecía en espera. Una estatua metálica ocupaba el centro del escenario, observada con gran expectación por el público, que probablemente ya estaba imaginando lo que sería la segunda actuación del cantante en México, después de su visita en Monterrey.
Fans devotos se amanecen por The Weeknd
Sin embargo, antes del espectáculo principal, miles de seguidores se congregaron en las afueras del estadio, algunos llegaron con un objetivo claro: asegurarse un lugar lo más cerca posible del escenario. Su espera comenzó a las 4:30 de la mañana y se prolongó durante casi 5 horas hasta que el talentoso cantante estadounidense se presentara
Mientras aguardaban, la multitud se mantuvo hidratada, disfrutó de deliciosas comidas y compartió las canciones de su artista favorito a través de altavoces, todo mientras esperaban ansiosamente la apertura de las puertas del recinto.