Ahora resulta que Alonso Ancira está tan preocupado porque se reactive la empresa de Altos Hornos de México, que está revelando planes y secretos para que los nuevos inversionistas puedan echar a andar la empresa sin complicaciones y que en el menor tiempo posible la acerera local vuelva a echar humo para producir cientos de toneladas de acero como lo hacía en sus mejores tiempos.
Resulta que en estos momentos es el menos indicado para interesarse por la empresa y menos por los trabajadores a quienes prácticamente los abandonó a su suerte y que decir de la acerera a la cual la dejó caer sin invertirle a los equipos que se están cayendo a pedazos.
Por supuesto que Ancira está aprovechando la coyuntura para tirarle tirria al Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, al señalar que cualquier plan de los nuevos inversionistas pudieran ser bloqueados por el mandatario nacional, lo que seguiría siendo un gran obstáculo para que Altos Hornos siga apagada y sus trabajadores continúen sufriendo.
Si bien es cierto Alonso Ancira no está del todo mal, lo que dice del López Obrador es cierto porque es de todos sabido el coraje que le tiene el tabasqueño a la empresa de Ahmsa y peor aún a Ancira que no es un secreto que por estas rencillas miles de trabajadores y sus familias son los que están sufriendo las consecuencias.
Pero también es cierto que Ancira no se queda atrás y se ha ganado a pulso el coraje de todos sus trabajadores e incluso hasta de quienes forman parte del "sindicatito" que formó con los democráticos de Leija y sus secuaces que ahora le tiran cada vez que tienen oportunidad al ser entrevistados por cualquier medio local.
Si antes lo adoraban como santo y hasta lo nombraban "Papá Loncho" hoy le gritan de todo y le piden públicamente que hable con la verdad y diga de una vez por todas el verdadero problema de la empresa rogándole que no se maneje más con mentiras.
Se escucha sencillo, pero dentro del programa de reactivación se halla la importante inversión de la creación de la nueva coquizadora con una inversión de 250 millones de dólares y dentro también del plan acordado está echar a andar primero Hércules, de donde saldrá la materia prima importante “Ahí no hay tanto problema más que pagar los sueldos atrasados y reparar el ferroducto, con esto se echan a andar el AH 6 y el horno eléctrico con lo que se sacaría entre los dos 9 mil toneladas diarias" fue parte de las palabras de Ancira.
Pero mientras todo esto sucede ya comienzan a reflejarse las consecuencias de la impotencia en algunos trabajadores que hasta desgraciadamente la preocupante situación de la empresa les origina que las enfermedades degenerativas se les complique aún más.
Tal es el caso del obrero Juan Manuel Arreguín, quien fue uno de los que estuvo siempre en pie de lucha en cada uno de los movimientos realizados por los trabajadores, siempre aguerrido, pero la crisis de la empresa lo llevó a que su salud empeorara luego de que siempre se mostraba ante su familia preocupado porque simplemente la acerera no mejoraba hasta perder la batalla en un hospital local y con ello este problema cobró su primera víctima.
Pero no es la primera vez que esto sucede, hay que recordar que años atrás, cuando la empresa no pagaba la liquidación de más de 300 obreros que salieron con retiro voluntario y donde durante dos años los mantuvieron con falsas promesas de pago, un obrero en su desesperación y rodeado de deudas decidió salir por la llamada puerta falsa terminando con su propia vida y eso no deja ser un referente para lo que se avecina en caso de que la empresa siga incumpliendo con pagos.