Este manicure logra un equilibrio ingenioso: es nostálgico gracias a su acabado brillante, que evoca la suavidad de las scrunchies de terciopelo que solíamos usar de niñas, pero al mismo tiempo es maduro y acogedor debido al intenso tono ámbar que se encuentra justo en el punto intermedio entre dos de los colores más populares de esta temporada: el marrón café con leche y el mostaza.
A pesar de que la combinación pueda sonar inusual, las imágenes nos convencen de su atractivo. Las uñas color ámbar ofrecen una alternativa fresca a las tendencias otoñales más tradicionales, como los tonos burdeos, el estilo marinero francés y los verdes bosque. Además, esta tendencia reinventa la idea de los tonos glaseados y les añade un toque otoñal más centelleante, apostando por tonos cálidos y acogedores.
Para obtener un resultado similar, un tono miel es ideal como base para lograr un tono amarillo, mientras que una naranja puede ser una alternativa ligeramente más cálida.
Si buscas darle esa dimensión extra, una cobertura de brillo dorado es perfecta. Los profesionales son los más adecuados para aplicarlo, pero si buscas una combinación apta para principiantes que puedas aplicar en casa, puedes probar Vernis Nail Polish de Dior en el tono Solar Bronze, que proporciona un cálido brillo.