Deben volver a ejercer sus funciones y enfocarse en la responsabilidad que tienen vigilando y educando a sus hijos.
Las situaciones de riesgo donde se relacionan adolescentes, dentro de planteles educativos, continúan presentándose, como es el último caso donde una menor acuso a compañeros de abuso sexual, lo cual dio un giro al exponerse un video de la misma jovencita donde se podría estar descartando el señalamiento, lo cual hace que sigan sonando las llamadas de alerta para la sociedad nigropetense, donde se busca tome conciencia sobre la educación que se le está dando a los niños y adolescentes.
El profesor Pedro Vargas Torres, terapeuta familiar instalado en el Centro de Atención al Adolescente, CAAD, comentó que hay padres que no responden a su responsabilidad, aunque hay otros que realmente ejercen perfectamente su papel, quienes están detrás de sus hijos, formándoles valores y no dejándoles hacer lo que ellos quieren, pero hay quienes no los están formando con límites, como con el uso del celular, que es una herramienta en la cual aparecen contenidos que todavía no son aptos para ellos.
Responsabilizándose del celular. Mencionó que los celulares no deben estar las 24 horas ni con niños ni con adolescentes, si acaso pueden prestarlos de dos a tres horas, si es que van a jugar o hacer tareas, pero lo importante es que reconozcan quienes tienen el control de este, quienes son los dueños y quienes lo están pagando, que en este caso son los padres, por ello "tienen que volver a cumplir sus funciones formadoras, el celular debe estar con los padres, es su responsabilidad".
Malos contenidos. Actualmente, la herramienta del Internet brinda un mundo de contenidos para todas las edades, donde desafortunadamente no se tiene una limitación sobre quienes pueden acceder a ello o no, por lo cual los niños y adolescentes tienen la oportunidad de navegar en temas que no son apropiados para su edad, ocasionando que distorsionen su realidad y llevando a la vida real acciones que son perjudiciales para ellos y para su desarrollo mental.