Un tranquilo día de alimentar patos en el patio trasero de su hogar se convirtió en una pesadilla para Joseph Scaglione, de 73 años, cuando fue atacado por una nutria rabiosa que lo mordió más de 41 veces en brazos, piernas y manos. El escalofriante incidente ocurrió el pasado 20 de septiembre en Júpiter, Florida, y ha generado alarma en la comunidad.
La jornada comenzó como cualquier otro día para Scaglione, quien disfrutaba alimentando a los patos y gansos que frecuentaban su estanque trasero. Sin embargo, pronto notó señales de que algo no estaba bien. Los pájaros que solían rodear su patio trasero repentinamente huyeron, alertándolo de un peligro inminente.
Fue entonces cuando Scaglione vio la cabeza marrón de la nutria sobresaliendo del borde del estanque. Aunque inicialmente no reconoció al animal, se dio cuenta de la amenaza y retrocedió lentamente. Sin embargo, antes de que pudiera ponerse a salvo, la nutria se abalanzó sobre él, derribándolo en el proceso.
Las mordeduras de la nutria fueron feroces y numerosas. Scaglione describió una de las heridas en su meñique como particularmente grave. "Tengo dos heridas punzantes. No estoy seguro de si pasa o algo así. Uno está en la esquina de donde estaba la cutícula", compartió Scaglione.
Pero el terror no terminó ahí. Horas después, la nutria rabiosa se cruzó con una pareja que paseaba a su perro y a su bebé en el mismo vecindario. El perro fue víctima del segundo ataque, lo que llevó a los residentes a unirse para atrapar al peligroso animal bajo contenedores de reciclaje hasta que las autoridades pudieran intervenir.
Tras realizarse pruebas, el Departamento de Salud de Florida confirmó que la nutria estaba infectada con rabia, lo que la convierte en una grave amenaza para la comunidad. El animal fue sacrificado para evitar futuros incidentes.
Este aterrador episodio marca el primer ataque de este tipo en más de 12 años en la zona, lo que resalta la importancia de tomar medidas preventivas contra la rabia. Las autoridades enfatizan la importancia de vacunar a las mascotas y buscar tratamiento inmediato si alguien ha estado en contacto con un animal rabioso.
A pesar de las mordeduras y el trauma, Scaglione recibió tratamiento contra la rabia y se recupera satisfactoriamente. Se muestra decidido a seguir disfrutando de su estanque de patos y gansos en el patio trasero, aunque ahora con una mayor conciencia de los peligros que pueden acechar en la naturaleza.
Las comunidades locales también están reforzando su vigilancia y educación sobre la rabia para proteger a los residentes y a sus mascotas de futuros encuentros con animales salvajes infectados.