Pese a las promesas de Azerbaiyán de que respetaría sus derechos, los habitantes han huido en masa por miedo a las represalias.
Azerbaiyán dijo el miércoles que arrestó al exjefe del gobierno separatista de Nagorno Karabaj cuando intentaba cruzar a Armenia tras el ataque fulminante azerí la semana pasada para recuperar el control del enclave.
La guardia fronteriza azerí informó del arresto de Ruben Vardanyan. Aparentemente, refleja la intención de Azerbaiyán de imponer rápida y agresivamente su control sobre la región tras una ofensiva militar que provocó el éxodo de miles de personas armenias.
Vardanyan, un multimillonario que hizo fortuna en Rusia, donde poseía un banco de inversiones, se instaló en Nagorno Karabaj en 2022 y fue jefe del gobierno regional hasta que renunció hace varios meses.
La guardia fronteriza azerí dijo que trasladó a Vardanyan a Bakú, la capital, y lo entregó a los “organismos estatales correspondientes”, los que decidirán su suerte. Publicó una foto de Vardanyan entre dos guardias junto a un helicóptero.
Por otra parte, el ministerio de Salud azerí dijo que 192 efectivos de sus fuerzas murieron y 511 resultaron heridos durante la ofensiva. También murió un civil azerí.
Funcionarios de Nagorno Karabaj reportaron 200 muertos, incluidos 10 civiles, y más de 400 heridos en los combates.
Miles de personas han huido de Nagorno-Karabaj a Armenia
Más de 47 mil personas, casi el 40% de la población de 120 mil, habían huido de Nagorno-Karabaj a Armenia para el miércoles por la tarde, según las autoridades de este país.
La región de Nagorno Karabaj quedó bajo control de las fuerzas de etnia armenia, respaldadas por el ejército armenio, en combates separatistas que terminaron en 1994. Durante una guerra de seis semanas en 2020, Azerbaiyán recuperó zonas de Nagorno Karabaj y sus alrededores que fuerzas armenias habían tomado en el conflicto anterior.
Azerbaiyán cortó en diciembre la única carretera entre el territorio y Armenia y acusó al gobierno armenio de utilizarla para sacar minerales y llevar cargamentos ilícitos de armas a las fuerzas regionales.
Armenia, por su parte, afirmó que el bloqueo privaba a los aproximadamente 120.000 habitantes de la zona de suministros básicos de alimentos y combustible.
Azerbaiyán rechazó esa acusación y dijo que el territorio podía recibir suministros desde la ciudad azerbaiyana de Aghdam, una solución a la que se resistían las autoridades separatistas, que la consideraban una estrategia para que Azerbaiyán tomara el control de la región.